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Cidade de ELVAS, capital del Alto Alentejo (Portugal) Y asÃ, cumpliendo las predicciones meteorológicas, el dÃa amaneció nublado, muy nublado, amenazando lluvia inminente. A las 11 de la mañana salà para Elvas. ¿Y qué hago yo aquÃ?? Pues mi hermana y mi cuñado me han obsequiado tres dÃas de estancia en un hotel de la localidad con motivo de mi cumpleaños, que fue el dÃa 24 de este mes de noviembre. dos joyitas estas personas. 250 kilómetros me separan de mi destino, a escasos 8 kilómetros de Badajoz, la ciudad mas populosa de Extremadura, con cerca de 250.000 habitantes,casi en la raya de la frontera, a escasos 8 kilómetros de Elvas. Recuerdo que la última vez que estuve por aquà fue para recibir en el aeropuerto de Badajoz a mi querida amiga Cartagenera, esa gran mujer colombiana, que procedente de Barcelona, donde se encontraba pasando unos dÃas con su familia, quiso conocer Extremadura, sus gentes, mi pueblo y de paso a mÃ,(el burro delante para que no se espante, jeje) a Meche y a Juan Carlos , que ocasionalmente se encontraban en mi casa. Por la radio se daba cuenta de los actos que se han celebrado en todos los ayuntamientos de España en el dÃa de la NO VIOLENCIA contra las mujeres, esa plaga machista que diariamente, en todo el mundo, ocasiona miles de maltratos y en otras muchas, y lo que es peor, la muerte. He realizado una breve parada para tomar café y he proseguido el viaje. Tras poco más de tres horas he atravesado el rÃo Guadiana, frontera natural de España y Portugal. Tan sólo un cartel con las indicaciones lusas en autopistas y un rótulo con el circulo de estrellas de la Unión Europea, con fondo azul, en cuyo centro figura la palabra Portugal, nos hace saber que estamos en otro paÃs. Una vez más reflexiono sobre las fronteras que levantamos los humanos. Siempre fronteras para separar, claro: entre paÃses, oficios, sexos, religiones, razas y todos aquellos muros que, colectiva e individualmente, levantamos para sentirnos falsamente más seguros. Retraso una hora el reloj, acomodándolo al horario portugués. Giro en una rotonda y enfilo una amplia avenida que, al poco, atravesando sus espesas murallas, penetra en la ciudad. Enseguida diviso el hotel “San Juan de Dios” en el que mi hermana me ha reservado alojamiento hasta el dÃa 28. En otras lejanas épocas fue cuartel y también hopital. Ahora es un precioso hotel. Me adjudican la HABITACIÓN 335, con una gran terraza y preciosas vistas sobre las murallas, dejo mis pertenencias allà , salgo a la calle, abro el paraguas, pues se ha puesto a llover, y voy en busca de un restaurante cercano que me recomendó mi hermana. La primera impresión que me causa la localidad es favorable, cosa que quedará ratificada por la tarde, cuando salga a pasear por la ciudad, recorriendo sus rincones. Sopa, bacalao dourada, pan, vinho branco, postre casero, café y brandy, todo muy rico, han conformado el menú. Salgo a la calle, no llueve, sigo las indicaciones al castillo, por empinadas, estrechas y retorcidas calles, con sabor clásico y añejo, con esa sensación de melancolÃa y aparente tristeza que, me parece, rodea todo lo que es portugués. La suave lluvia, que se reinicia, parece acentuar lo indicado. Una imponente iglesia llama mi atención; está en a Praça y se encuentra abierta, de manera que subo las desgastadas escaleras de mármol que conducen al atrio y entro en ella, acomodándome en su interior en la última fila de bancos. las 5 de la tarde, no hay nadie más que yo. . Realmente hermosa, con ese magnÃfico estilo arquitectónico manuelino, tan caracterÃstico en Portugal. Es la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, iniciada en 1517, según figura en una placa situada en el exterior, donde tengo que volver a abrir el paraguas. Unos grupos de trabajadores se afanan en decorar la plaza y otras calles con los motivos navideños La subida al castillo continúa. Una muy estrecha calle, flanqueada de macetas que adornan las fachadas, concluye en una gran plaza, ante la muralla del castillo; veo una puerta abierta en el muro y entro. Es una alfarerÃa; gran cantidad de vasijas y objetos de barro de diferentes formas se acumulan en su interior, donde dos operarios trabajan afanosamente en los alfares. Más allá está la entrada al castillo, bastante bien conservado y en rehabilitación. Paseo por sus murallas desiertas, entro en la torre del homenaje y subo por sus tortuosas escaleras. Es el lugar más alto de Elvas, difÃcil debÃa de ser asaltarlo. A la salida leo que fue el primer inmueble portugués en ser declarado Monumento Nacional. La tarde cae, la ligera lluvia continúa, desciendo la cuesta. Un numeroso grupo de jóvenes de ambo sexos, con sombreros y negras capas largas de las que cuelgan cintas multicolores, llevando guitarras, bandurrias y acordeón, caminan por los soportales en animada charla, dirigiéndose seguramente a rondar a algún mozo o alguna moza. Aquà le dicen estudiantina portuguesa. Ha sido un dÃa bien aprovechado, me voy a dormir. Hasta mañana. El segundo dÃa amaneció con ligera lluvia. Buffet en el desayuno. Paraguas, visito el precioso edificio de la Biblioteca Municipal, muy bien dotada, donde me autorizan a utilizar uno de sus ordenadores para conectarme a Internet. Paseo por sus tranquila calles y ya, siendo hora, entro en un restaurante donde vuelvo a repetir comida, es decir, sopa y bacalao asado, muy rico. Café y Oporto. Hotel, siesta, lectura (mi hija Ara me regaló “El SÃmbolo Perdido”, última novela de Dan Brown, el autor de “El código Da Vinci”  . El libro tiene 617 páginas de buena letra y su lectura me está resultando muy amena, espero no tardar mucho en acabarla. Salgo a cenar a un lugar cercano, regreso, veo un rato la televisión; aquÃ, junto a la frontera, se captan todas las emisoras españolas, y me quedo dormido.Un nuevo dÃa amanece, envuelto en ligera niebla y lluvia. Desayuno y dirijo mis paso hacia la muralla que rodea totalmente la ciudad. Esta magnÃfica construcción data de 1643. Tiene una forma de grandÃsima estrella que, junto a otros aledaños fuertes y fortines, hacen que Elvas sea considerado el mayor conjunto de fortificaciones de baluartes del mundo. Me he pasado la mañana contemplando buena parte de las muralla y algún fuerte cercano. Dejó de llover y salió el sol. Entro a la ciudad por la monumental puerta de Olivença. Llegada la hora, he comido…bacalao y he continuado mi conocimiento de la ciudad, donde abundantes las iglesias, capillas y oratorios, con arquitectura de gran belleza. Al pasar por una calle cuyo nombre lamento no recordar, se oye la melancólica cadencia de un fado. Es la ADEGA (bodega) de Adelia. Paso adentro, es un local abovedado, sobre cuyas paredes de ladrillo cuelgan gran número de fotografÃas antiguas, algunas con cerca de lo 100 años, donde se muestran las labores y costumbres de épocas pretéritas. El bodeguero se muestra muy amable. Otros fados amenizan mi estancia, que acompaño con buen vino del Alto Alentejo junto con unas ricas croquetas y aceitunas negras. El ambiente es muy agradable pero me tengo que marchar, me alejo dejando atrás otros fados que se diluyen en la distancia. Mañana me marcho y he de hacer algunas compras, la noche hace rato que cayó, las calles quedan pronto vacÃas Compro una bufanda del Sporting de Portugal para mi cuñado VÃctor y me dirijo al hotel. Mañana será otro dÃa. No parece que este sea un dÃa muy propicio para viajar. las 9 de la mañana, niebla más bien espesa. Hago mi leve equipaje que bajo al coche y desayuno, me despido del recepcionista, entro a mi vehÃculo, luces antiniebla y enfilo la autopista en dirección a España, adonde llego en 10 minutos. Molesta niebla y ligera lluvia me acompañarán durante buena parte del recorrido. A mi paso por Mérida me equivoco de autopista y, llegando a la pequeña y linda ciudad de Trujillo, cuna de Pizarro, es cuando me doy cuenta de mi error. Opto por coger una carretera poco transitada que me adentrará en el Parque Nacional de Monfragüe. Delicioso recorrido. Me he detenido a observar las decenas y decenas y decenas de grandes aves que sobrevuelan los riscos, lástima de prismáticos. Las manos se quedan frÃas asà que prosigo el camino a la ya cercana ciudad de Plasencia. Han sido unos dÃas y unas experiencias muy gratificantes. Gracias Marina, gracias VÃctor. Me imagino que habréis entrado a esta cabaña, observo que hay algo en el perchero. El diario me lo habÃa llevado pero ya veo que lo habéis pasado bien saboreando el jamón ibérico, el chorizo y el queso. Para eso está. Y aquà el diario. Salud y paz  |
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12/23/2009 6:12 pm |
Te quiero mucho y lo sabes DarÃo. EmocionadÃsima por tu comentarios estaba mi hija Vivi, las madres de los niños y yo por supuesto. Gracias, esas guirnaldas de flores de cariño son tu mejor regalo siempre. Besitos canela Margaritas para tÃ. Salud y paz. Salud y paz
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12/21/2009 6:44 pm |
El amigo Caxto también aparece por aquÃ, trayendo brisas mediterráneas valencianas con olor a azahar, cosa que le agradezco de verdad pues siempre es gratificante ese perfume anaranjado. También te deseo que esa sonrisa inteligente del humor te continúe acompañando a lo largo del próximo año, y que te deleites con esos deliciosos turrones de los cercanos Alicante y Jijona. Levanto mi copa para desearte ¡¡MUY FELICES FIESTAS! Salud y paz Salud y paz
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12/21/2009 6:32 pm |
Mi querido DarÃo, he seguido muchas veces tus recorridos y como denominador común siempre encuentro en tus relatos esa sensibilidad que te hace tan rico en escribir y la descripción tiene ese dejo de palabras tiernas que me hacen quererte y valorarte siempre, como un gran amigo. amigo que estás en todas. Te quiero mucho. Y , que no sea la oscuridad la que domine nuestro mirar y sentir, que sea siempre la luz. Como luciérnagas vayamos dejando a cada paso el destello de este mensaje dado a la Tierra y los seres de buena voluntad.... Vengo a traerte mi sincero anhelo de paz, un beso de amistad y un abrazo alas de cóndor, sÃmbolo de la libertad de los Pueblos Originarios. Que el sol de cada mañana te motive a caminar por la Ñuke Mapu, que la luna te indique has dejado tu huella con tus pasos por ella. El amor y la paz, un legado que celebramos hoy  ¡Qué el espÃritu de la NAVIDAD sea en tu cada dÃa=Te dejo un poema en mi blog=Pulsa aquÃblog de lumaco54 (lumaco54)!   Salud y paz Salud y paz
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12/21/2009 6:06 pm |
Mi querida Rebeca: Es una bendición recorrer estos lugares acompañado de gentes como tú; asà da gusto patear las calles. Siempre es tiempo de compartir, amiga mÃa, siempre. Los seres humanos hace ya mucho tiempo que perdimos el don de compartir, sustituyéndolo, desgraciadamente, por el de acaparar. Ójala que el próximo año sea de verdad próspero para todo el mundo. Salud y paz Salud y paz
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12/21/2009 5:46 pm |
Paz, amigo Xavi, que buena falta nos hace. Paz en forma de pan para los hambrientos y, sobre todo, justicia para el planeta y sus habitantes. Disfruta de estos días con los tuyos y ten un un año nuevo muy venturoso. Salud y paz Salud y paz
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12/21/2009 5:24 pm |
  Querido dario1944 Te deseo que tengas una feliz Navidad en unión a tus seres queridos y mucho Amor y Paz y mucha Salud.  -----Salud y paz Salud y paz
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 En la vida todo cuesta, hasta el más pequeño error..
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12/19/2009 3:53 am |
Si vagas por el mundo buscando el espÃritu de la Navidad, no lo verás. La Navidad se ve con el corazón. Besos Mari   FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO NUEVO 2010 Salud y paz Salud y paz
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12/18/2009 12:48 am |
Si vagas por el mundo buscando el espÃritu de la Navidad, no lo verás. La Navidad se ve con el corazón. Besos Mari FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO NUEVO 2010 Una mirada no puede fingir o esconder un amor. 
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12/17/2009 10:46 am |
Gracias, Oscara. Celebro que te haya gustado el recorrido. Siento que no hayas podido acompañarme en la mesa degustando el bacalhau dourada y ese vinho branco y el no menos gustoso vinho verde. Para otra vez. Salud y paz Salud y paz
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12/15/2009 10:56 am |
Amiga Stella: Eres correspondida, también yo me siento muy lleno de tu amistad. Uno no sabe nunca dónde puede surgir ese desinteresado sentimiento que es la amistad, porque si fuera interesado ya serÃa cualquier cosa menos amistad. Te deseo que ya estés totalmente restablecida de tus dolencias, también de la bobolandia, jejeje. Salud y paz Salud y paz
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12/10/2009 5:12 am |
Buen dÃa, Nocheenblanco. Acabas muy certeramente con eso de que todo olÃa y sabÃa a tiempo antiguo. Se me olvidó citar que en Elvas, como en casi todos los pueblos portugueses, el pavimento está formado por adoquines, tanto las calzadas como las aceras, lo cual acentúa aún más el tipismo y ese sabor añejo. Gracias. Salud y paz Salud y paz
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12/10/2009 5:04 am |
Una magnifica panorámica de lo que has vivido, y te agradezco lo bien que lo describes porque de tu mano de escritor he vivido tus vacaciones y esos lugares tan bonitos que has visitado, por cierto el libro tambien me esta gustando mucho. Noto que te gusta mucho el bacalao ya que es uno de los platos que se repite en tus menús. Muy rico todo lo que nos has dejado mientras leemos. Gracias Besos Mari Gracias. Salud y paz Salud y paz
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12/10/2009 4:55 am |
¡¡Hola DarÃo!! MagnÃfico recorrido por esa ciudad con murallas preciosas y calles estrechas. Hace ya muchos años.. en un viaje a Extremadura conocà Elvas.. claro que.. en aquella ocasión no me fijé casi en nada.. creo que aún no habÃa despertado el interés cultural.. pero sà recuerdo que nos comimos una mariscada.. compramos toallas.. paños de cocina y un reloj de bronce... Con tu relato has hecho posible conocerla un poco más.. Saludos cordiales..   La ciudad tiene el aspecto de hace cientos de años, no encontrarÃas diferencias significativas; tan sólo las propias de estos años, pero manteniendo sus edificicaciones, no permitiendo disparates arquitectónicos como estamos acostumbrados en nuestro paÃs. Por cierto, yo también compré toallas, jeje. Salud y paz Salud y paz
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12/8/2009 9:59 am |
Una magnifica panorámica de lo que has vivido, y te agradezco lo bien que lo describes porque de tu mano de escritor he vivido tus vacaciones y esos lugares tan bonitos que has visitado, por cierto el libro tambien me esta gustando mucho. Noto que te gusta mucho el bacalao ya que es uno de los platos que se repite en tus menús. Muy rico todo lo que nos has dejado mientras leemos. Gracias Besos Mari Una mirada no puede fingir o esconder un amor.
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