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yissitta 54F
120 posts
3/7/2009 5:54 am
UNA MUÑECA ME PUSO EN EVIDENCIA


Hace algunos días, en mi devocional matutino de la Santa Biblia encontré una porción de la palabra en Hebreos 4:13, que trajo un hermoso recuerdo de mi niñez y que hoy quiero compartir con ustedes.

El texto a cabalidad dice así:

“No hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quién tenemos que dar cuenta.â€

Después de la lectura, mi espíritu se acongojó cuando recordé cierto episodio de mi vida que había olvidado hace muchísimos años, 31 para ser precisa.

Fui primogénita de un hombre y una mujer que se amaron desde el primer momento en que se miraron a los ojos.

Mi papi, fue hace un poco mas de 4 décadas y por encargo de mi abuela a recoger a su hermana menor, o sea mi tía, de la despedida de soltera de la mejor amiga de ella, fiesta que ofrecieron mis abuelos maternos para celebrar el próximo enlace matrimonial de mi mamá.

Mi mami dice que fue Dios y no el destino el que dispuso las cosas para que fuera ella misma, o sea mi mama y nadie más, quien se aprestara a abrir aquella noche la puerta de calle descubriendo tras la misma la mirada serena e inconfundible del verdadero amor en los ojos de mi padre.

Quién diría, pocos días después y ante el asombro de todos, mi madre cancelaría su boda para unirse en matrimonio con mi progenitor; pero esa es una historia que contaré en otra ocasión.

Como les decía, siendo yo la primogénita, la primera nieta, la primera sobrina, la primera en todo… y seguida de dos varones, o sea mis hermanos, ostentaba por derecho de cuna no solamente el principado de la casa sino también el noble titulo sin intermisión de ser la reina, tercera al mando en mi hogar, claro jerarquicamente después de mis padres.

Un poco caprichosa, mandona y berrinchuda, lo admito, así fui, inquieta en extremo casi siempre subida sobre los árboles de mi casa. Sí,así era yo, imagínenme persiguiendo hormigas, cavando zanjas y toda una perita en ponerle los pelos de punta no solamente a mi nana sino también a mi abuela.

Ãdola para mis hermanos de 7 y 5 años, quienes por su escasa edad admiraban el ingenio de mis travesuras y muy a menudo, claro coaccionados por mí, otorgabanme generosos estipendios o tasas pecuniarias en golosinas para, con mucha humildad, subyugarse al casi desapercibido vasallaje que yo ejercía sobre ellos.

De los castigos, ¡uy! de los castigos no siempre salí bien librada, aunque de vez en cuando mis captores, o sea mis padres y abuela, me otorgaban con amor indulgencia, absolución y una divina enseñanza de mis acciones y actitudes, quizá sea porque ellos sabían que yo actuaba con ingenuidad y sin malicia, gracias a la sabiduría indomable de estos seres, que el creador me dio, soy quién soy ni un poco más ni un poco menos.

Como les iba diciendo, la navidad de 1978 una prima mía algunos meses o años menor que yo, no se decir a ciencia cierta, vino a pasar las fiestas de fin de año con nosotros.

Ella muy diferente a mí, más sosegada, menos bulliciosa, para nada traviesa y por sobre todo muy femenina. Con esa fragilidad, con ese “bendito nombre†con esos risos y con esas coletas atrajo de inmediato la expectativa, la benevolencia, mi antipatía y la estimación de todos los mayores en la casa.

Por supuesto todos la adoraban y nada que yo hiciera o deshiciera captaba la atención de los demás, esto me enfadaba y desconcertaba.

Hoy por hoy lo recuerdo y no puedo evitar reírme mucho, porque sospecho que “mis súbditos†confabularon en secreto para darme una lección, una de vida que jamás olvidaría.

Es sabido que como nadie reparaba en si yo me paraba de cabeza, comencé a observar a mi prima, comencé a estudiar esa manera empalagosa que tenía ella de captar la mirada de mi abuela, mi nana, mis padres y mis hermanos, así en ese orden.

Nada pude hacer, pero absolutamente nada, por mucho que yo me esforcé no conseguí imitar su forma pipirisnais de ser y mucho menos mutarla en traviesa como yo. Me di por vencida, creo incluso llegue a pensar y aceptar que me estaba volviendo un poco invisible para todos.

En fin, el tiempo que ella pasó con nosotros fue interminable para mí.

Como cada año, días previos a la navidad mi mami nos ayudaba a escribir una misiva al niño Dios, pidiendo los obsequios de navidad, al escuchar la petición de “la primita†casi reviento de rabia, por extraño que parezca y a esa edad por primera vez mi lengua habló sin consultar con mi cerebro y pedí algo que ni en sueños hubiera pedido de no haber estado “la roba cariño†presente.

-Quiero la ambulancia de “Toy Houseâ€-

Dije, juego muy de moda más para niños que para niñas de mi época, venía con diferentes accesorios como el hospital, la ambulancia, los doctores y enfermeras representadas en su mayoría por pequeñas figuras de madera.
Mi mami me lanzó una mirada indagatoria, pero papá sabiamente asintió mi petición y sentencia.

La noche buena después de los abrazos y los besos navideños mis hermanos mi prima y yo nos sentamos en la alfombra frente al árbol en espera de recibir nuestros regalos.

No recuerdo que recibieron mis hermanos, pero lo que sí recuerdo muy claramente fue el regalo que recibió mi prima.

¿Saben que recibió ella?

Pues ella recibió lo que cualquier niña de nuestra edad en el mundo, incluida yo, hubiera pedido, una linda, grande y hermosa Pepona de Trapo.

He conversado de esta experiencia con mi mamá y ella me dijo que esa noche se le estrujo el corazón al ver la expresión de mi rostro cuando descubrí que yo había recibido exactamente lo que había pedido, el “Toy Houseâ€.

Si, estaba decepcionada, lo reconozco, pero de mi impulsividad, aunque en aquella época no haya sabido identificar exactamente esa falta de cautela.

A la mañana siguiente cuando todos aún dormían, ignoro movida por qué sentimiento vil, tome la muñeca de mi prima que era casi de mi estatura y vendándome los ojos caminé a ciegas dando tumbos por el corredor rumbo al jardín, tropecé muchas veces, pero al fin a tientas logré encontrar el lugar adecuado para poder cavar un hoyo con los dedos y sin remordimiento sepultar la muñeca justo al lado de mis escrúpulos, alejándome inmediatamente del lugar tal como había venido, a ciegas, tropezando y cayendo una y mil veces más.

¿Por qué me cubrí los ojos?

Creo que por dignidad de no admitir esa pequeña luz de maldad que intentaba nacer e invadir mi vida o quizá porque yo no sabía mentir, nunca aprendí completamente a mentir aunque sepa muy en el fondo desde aquellos años, que “una verdad a medias†siempre será “una mentira completa,†se vea por donde se vea.


La voz de mi conciencia hizo desastres en mi corazón aquella mañana y el resto de los días que siguieron y solo la angustia se vio menguada por la impunidad de no saberme descubierta.

Y seguí firme cuando me preguntaron si no había “visto†donde quedó la muñeca o si conocía su “paradero exacto,†por supuesto dije NO VI NADA y en verdad bajo esas circunstancias no mentí ni un poquito, yo no lo sabía.

Espere me hicieran la pregunta correcta para poder expiar la espina de mi culpabilidad, pero a nadie se le ocurrio exactamente, así que calle dejando a la respuesta incriminatoria sellar mis labios para siempre.

¿La muñeca? por supuesto fue reemplazada inmediatamente y mi consternada prima quedó feliz como la noche anterior.

Los días se sucedieron, “Ruby Linda†que así se llama mi prima, retornó a su casa en el Beni; con una tremenda cicatriz en la pierna causada por una travesura que compartimos juntas, pero esta también es otra historia que contare otro día.

Semanas más tarde, no sé decir cuantas transcurrieron desde mi “hazaña navideña,†mis padres, ambos, dijeron que tenían una sorpresa para nosotros. Nos encaminamos rumbo al jardín, nos sentamos en el césped junto a una pequeña porción de brotes de girasol.

Papá se puso en pie y preguntó señalando con el dedo quién de nosotros había plantado allí esas hermosas flores. Mamá respondió inmediatamente que no había sido ella y uno a uno mis hermanos Mayi y Rony, negaron con la cabeza su participación en el milagro.

Ante la mirada de papá, presumiendo de ingenio respondí que yo si sabía quién había plantado las semillas de girasol allí.

- ¿Quién? -

Preguntó mi papá y con una sonrisa triunfal que me iba de oreja a oreja...

- Dios, él lo hizo - contesté.

Papá meditó algunos segundos mi respuesta y contesto...

- Casi -

Desconcertada yo...

-¿Casi? -

Y sin más me levo a sus hombros para que yo pudiera ver con mis propios ojos lo que el descubriera desde el balcón de su habitación.

Se preguntaran que fue lo que vi, les diré con un nudo en la garganta.

Vi dibujada con hermosos pétalos de color amarillo, la silueta de una muñeca, una que yo misma enterré tiempo atrás con mis propias manos, quién hubiera pensado, una Pepona de Trapo embarazada de semillas por todo el cuerpo; bueno, eso pense yo en aquella ocasión.

No pude evitar echarme a llorar avergonzada, pero ninguno de los presentes me lanzo un reproche, todo lo contrario recibí un inmerecido abrazo acompañado de palabras sabias que jámas olvidaría:

Ninguna cosa esta oculta a los ojos del supremo creador, nuestro padre Dios.

Ese día, después de labrar en mi espíritu aquella enorme enseñanza me enteré que el omnisciente bendeciría en octubre de ese mismo año nuestro hogar, con otra muñequita, una de carne y hueso llamada Vanessa, que endulzaría como la miel y el azucar nuestras vidas.

Así es, no hay nada oculto a los ojos de Dios, el conoce nuestro corazón sabe lo que vamos a hacer aún antes de que nosotros lo sepamos, pero como buen padre nos deja actuar de libre albedrio, lo hace porque nos ama.

“Sabed que vuestro pecado os alcanzaráâ€
Números 32:23

Gisela



Fergie68 55F
25456 posts
3/17/2009 7:18 pm

Un relato ameno.. enriquecedor y reflexivo.. Gracias por compartirlo...

Un beso, Gise.. Dulce noche...


Stella


pagazo_57 66M
1995 posts
4/9/2009 3:24 pm

la vida corazon
la vida

besos

Hoy quiero una hembra, con alma de dama
que huela a selva a hierba mojada
a flores silvestre a hojas del campo
que sea natural, como son las aguas
de la sierra nevada

hoy quiero una dama
con sabor de mango, con olor de guayaba
que tenga la calma de las mujeres nobles
de esas bellas damas, que todas las tardes
alla en su cabaña, esperan al hombre
que viene del campo, con azadon y hacha
le brindan un tinto y un abrazo del alma

quieren a su hombre
no importa el olor que da la labranza
con mucha ternura, quita su camisa mojada
se pega a su pecho, se proteje y canta
se siente dichosa de sentirse amada..
en aquella soledad que da la montaña

Sienpre Para Ti..


yissitta 54F
180 posts
4/14/2009 1:44 pm


Mi niña gracias a ti por tus palabras de verdad fue muy hermoso para mi poder visitar tu casita y emocionarme con las cosas k escribes y saber k existen personas como tú me llena de esperanza porque descubro k si hay personas con tu corazón el mundo puede ser cada vez un lugar mejor para vivir.

Con mucho cariño

Gisela


yissitta 54F
180 posts
4/19/2009 8:41 pm


Gracias piziozo Antonio por tus palabras, la amistad valorada con el corazón es un remanente inagotable que emana y contagia dulzura.
Es un honor que me contés entre las personas que aprecia. No puedo decirte como soy pero puedo dejar que tú mismo explores mi mundo.
Con sinceridad.

Gisela