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POTYLDA 110F
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11/23/2010 10:20 am

Last Read:
11/27/2010 11:13 am

MITO, LEYENDA, RELIGIÓN Y ARTE: CECILIA DE ROMA, SANTA CECILIA, PATRONA DE LA MUSICA. TEXTO EDITAD





MITO, LEYENDA, RELIGIÓN Y ARTE: CECILIA DE ROMA, SANTA CECILIA, PATRONA DE LA MÚSICA. TEXTO EDITADO E IMÁGENES
SELECCIONADOS POR CECILIA R SALAS.

LEYENDA.
LEYENDA: relato fantástico o parcialmente histórico que la tradición ha ido elaborando; la leyenda es un género literario que tiene su sede en la imaginación y se proyecta en la realidad, pintándola no como es si, si no como nos gustaría que fuera.

Según las Actas de Santa Cecilia descubiertas hacia la mitad del siglo V, Cecilia había sido una virgen de una familia senatorial romana, los Metelos, que se había convertido al cristianismo desde su infancia. Sus padres la dieron en matrimonio a un noble joven pagano, Valerius («Valeriano»). Cuando, tras la celebración del matrimonio, la pareja se había retirado a la cámara nupcial, Cecilia dijo a Valeriano que ella había entregado su virginidad a Dios y que un ángel celosamente guardaba su cuerpo; por consiguiente, Valeriano debía tener el cuidado de no violar su virginidad. Valeriano pidió ver al ángel, después de lo cual Cecilia lo envió junto a la tercera piedra miliaria de la Vía Apia donde debía encontrarse con el Papa Urbano I.

El diálogo habría sido así:

“Cecilia: Tengo que comunicarte un secreto. Has de saber que un ángel del Señor vela por mí. Si me tocas como si fuera yo tu esposa, el ángel se enfurecerá y tú sufrirás las consecuencias; en cambio si me respetas, el ángel te amará como me ama a mí.
Valeriano: Muéstramelo. Si es realmente un ángel de Dios, haré lo que me pides.
Cecilia: Si crees en el Dios vivo y verdadero y recibes el agua del bautismo verás al ángel.
Valeriano obedeció y fue al encuentro de Urbano, el papa lo bautizó y Valeriano regresó como cristiano ante Cecilia. Entonces se apareció un ángel a los dos y los coronó como esposos con rosas y azucenas. Cuando Tiburcio, el hermano de Valeriano, se acercó a ellos, también fue convertido al cristianismo y a partir de entonces vivió con ellos en la misma casa, en completa pureza.”

El prefecto Turcio Almaquio condenó posteriormente a ambos hermanos a la muerte. El funcionario del prefecto, Máximo, fue designado para ejecutar la sentencia. Pero se convirtió al cristianismo y sufrió el martirio con los dos hermanos. Cecilia enterró sus restos en una tumba cristiana.

Luego la propia Cecilia fue buscada por los funcionarios del refecto. Fue condenada a morir ahogada en el baño de su propia casa. Como sobrevivió, la pusieron en un recipiente con agua hirviendo, pero también permaneció ilesa en el ardiente cuarto. Por eso el prefecto decidió que la decapitaran allí mismo. El ejecutor dejó caer su espada tres veces pero no pudo separar la cabeza del tronco. Huyó, dejando a la virgen bañada en su propia sangre. Cecilia vivió tres días más, dio limosnas a los pobres y dispuso que después de su muerte su casa debía dedicarse como templo. El obispo Urbano la enterró en la catacumba de Calixto, donde se sepultaban los obispos y los confesores.

El relato en sí no tiene valor histórico; es un romance pío, como tantos otros recopilados en los siglos V y VI. La existencia de los mencionados mártires, sin embargo, es un hecho histórico. La relación entre Cecilia y Valeriano, Tiburcio y Máximo, mencionados en las Actas, tienen quizá algún fundamento histórico.

EXPLICACIÓN DE LA LEYENDA.

Los historiadores creen que Valeriano y Tiburcio fueron verdaderos mártires cristianos, pero que Cecilia probablemente sea un mito. No se la menciona en ninguna de las listas hagiográficas en boga en esa época, hasta la aparición de las Actas de Santa Cecilia (aproximadamente en el año 480). La basílica actual (Santa Cecilia in Trastévere) se encuentra en un sitio que, a fines del siglo V , era una casa doméstica y es posible que una mujer piadosa donara su casa para que se convirtiera en una iglesia. La bella iglesia actual se encuentra cerca del puerto Ripa Grande sobre el río Tíber, donde estaba situado el gueto.

EXPLICACIÓN DEL MITO.

MITO: historia o relato que altera las verdaderas cualidades de una persona o de una cosa y les da más valor del que tienen en realidad.
Cerca del sitio de la iglesia Santa Cecilia en Trastévere se encuentra el templo de la Bona Dea Restituta. Esta “buena diosa de la restitución"(de la salud) era la diosa romana que curaba la ceguera. Y la palabra latina correspondiente a la ceguera es cæcitas (muy parecido a Cæcilia).

REFERENCIAS HISTÓRICAS

La referencia histórica más antigua sobre Cecilia se encuentra el Martyrologium Hieronymianum, lo que indica que en el siglo IV la Iglesia Romana ya la conmemoraba. En este martirologio de Jerónimo, su nombre se menciona el 11 de agosto, que es la fiesta del mártir Tiburcio. Pero, evidentemente, se trata una adición equivocada y tardía, debido al hecho de que este Tiburcio, que fue enterrado en la Vía Labicana, fue confundido por error con Tiburcio, el cuñado de Cecilia, mencionado en las Actas ya señaladas.

En el mismo martirologio se la menciona el 16 de septiembre, con una nota topográfica: «Appiâ viâ in eâdem urbe Româ natale et passio sánctæ Cecíliæ virginia» (en la Vía Apia de la ciudad de Roma, nació y murió la Santa Virgen Cecilia). El 16 de septiembre podría ser el día del entierro de la mártir. La fiesta de la mártir que se menciona el 22 de noviembre, cuyo día se celebra actualmente, fue preservada en el templo dedicada a ella en el barrio del Trastévere, en Roma. Por consiguiente, su origen probablemente se remonta a esta iglesia.

Las primeras guías medievales de los sepulcros de los mártires romanos señalan su tumba en la Vía Apia, al lado de la cripta de los obispos romanos del siglo III. De Rossi localizó el sepulcro de Cecilia en las catacumbas de Calixto, en una cripta adjunta a la capilla de la cripta de las papas: un nicho vacío en una de las paredes que probablemente contenía un sarcófago. Entre los frescos posteriores que adornan la pared del sepulcro, aparece dos veces la figura de una mujer ricamente vestida y una vez la imagen del Papa Urbano I (quien —según las Actas de Santa Cecilia— había tenido una estrecha relación con la mártir).

Venancio Fortunato, obispo de Poitiers, muerto en el año 600, en su libro Miscellánea escribió que entre el 176 y el 180 (en la época del emperador Marco Aurelio) había muerto una Cecilia en la isla de Sicilia. Ado (Martirologio, 22 de noviembre) sitúa el momento de la muerte de Cecilia en el reinado de Marco Aurelio y Cómodo (aproximadamente en el 177). De Rossi (en Sotterránea de Roma, 2.147), intenta demostrar que la declaración de Venancio Fortunato es la más segura históricamente.

En otras fuentes occidentales de la baja Edad Media y en el Synaxaria griego, el martirio se sitúa en la persecución de Diocleciano (aunque se refiere probablemente a una mártir verdadera llamada Cecilia, africana, quien sufrió la persecución de este emperador, conmemorándose su día el 11 de febrero). P. A. Kirsch intentó fijar la fecha en el tiempo del emperador Alejandro Severo (229-230); Aubé, en la persecución de Decio (249-250); y Kellner, en la de Juliano el Apóstata (362).

Ninguna de estas opiniones está suficientemente establecida, ya que las Actas de Santa Cecilia (única fuente disponible) no ofrecen ninguna evidencia cronológica. La única indicación temporal segura es la localización de la tumba en la catacumba de Calixto, en inmediata proximidad a la antiquísima cripta de los papas, en la que fueron enterrados los papas Ponciano y Antero, y probablemente también Urbano I.

La parte más antigua de esta catacumba fecha todos estos eventos al final del siglo II; por consiguiente, desde ese momento hasta la mitad del siglo IV es el período dejado abierto para el martirio de Cecilia: 180 a 350.

En las firmas del Concilio Romano de 499 se menciona al templo de Cecilia como títulus sánctæ Cæcíliæ.

ERROR DE TRADUCCIÓN

La reputación artística de Cecilia fue, probablemente, el resultado de una mala traducción de las Actas de Santa Cecilia.
Dice el Acta:

“Venit dies in quo thalamus collacatus est, et, cantantibus organis, illa in corde suo soli Domino decantabat : Fiat Domine cor meum et corpus meus inmaculatum et non confundar.”

Lo que se tradujo así:

“Vino el día en que el matrimonio se celebró, y, mientras sonaban los instrumentos musicales, ella (la virgen Cecilia) en su corazón a su único Señor cantaba : haga el corazón mío y el cuerpo mío inmaculados y no confunda."

La palabra latina organis, que significa "instrumentos musicales" se tradujo como "órgano". Entonces, la frase se volvió "ella cantaba y se acompañaba con el órgano". Y así, Cecilia se volvió patrona de la música, y a partir del siglo XV (en el ámbito del Gótico cortés) se empezó a pintar a la Santa cargando un pequeño órgano portátil y otros instrumentos (clavicémbalo, laúd, etc.).

NO "ÓRGANO", SINO "INSTRUMENTOS DE TORTURA".

En realidad, los códices más antiguos no dicen canentibus organis (canentibus como sinónimo de cantantibus), sino "candentibus organis, Caecilia virgo..."

Los “órganos” no serían “instrumentos musicales”,sino "instrumentos de tortura", y la antífona describiría que Cecilia, "entre las herramientas candentes, cantaba a su único Señor en su corazón." La antífona no se referiría al banquete nupcial, sino más bien al momento del martirio.

Aún hoy, se cree que el padrinazgo de la música le fue otorgado a Santa Cecilia por haber demostrado una "atracción irresistible hacia los acordes melodiosos de los instrumentos: su espíritu sensible y apasionado por este arte convirtió así su nombre en símbolo de la Música".

Pasaron más de mil años para que Cecilia se volviera Patrona de la Música. En el año 1594, el papa Gregorio XIII le otorgó oficialmente el nombramiento y, a través de los siglos, su figura ha permanecido venerada por la cristiandad, con ese padrinazgo. Su fiesta es el 22 de noviembre, día que ha sido adoptado mundialmente como el Día de la Música.

Por alguna razón desconocida, en algunos textos el 22 de noviembre aparece erróneamente como su fecha de nacimiento, aunque la tradición señala que se trata del día de su muerte.

Desde el siglo XVII en Francia, Italia y Alemania se celebraba su día con festivales musicales. En 1683, la Musical Society of London estableció los festivales anuales del Día de Santa Cecilia donde, hasta el día de hoy, participan los más grandes compositores y poetas británicos.

OTROS PATRONOS DE LA MÚSICA

En otros momentos de la historia, la música se ha relacionado con el rey David (que tocaba una especie de cítara). También San Jerónimo de Estridón, San Antonio de Padua y San Francisco de Asís se representaban en un contexto musical.

Existen cuadros de la Edad Media en donde María Magdalena aparece bailando sola al de instrumentos profanos. En la iglesia dedicada a María Magdalena, en la aldea de Cusiano, en el norte de Italia, su vida es representada en una serie de frescos atribuidos a Giovanni y Battista Baschenis (1475-1495), dos artistas bastante desconocidos que provenían de una familia de pintores, de donde surgiría el conocido pintor Evaristo Baschenis (1617-1677).

En uno de los episodios, inspirados en la Legenda áurea, se ve un trompetista anunciando la llegada de la Magdalena a Marsella (puerto de la actual Francia) embarazada, en compañía de Marta, María y Lázaro de Betania (que por un error de interpretación de los Evangelios, en esa época se consideraban sus hermanos). En los últimos dos frescos, tres ángeles ejecutan un concierto mientras otros ángeles portan su alma al cielo.




CECILIA


POTYLDA 110F
2043 posts
11/25/2010 3:55 pm

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CECILIA