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POTYLDA 110F
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8/19/2013 9:44 pm

Last Read:
8/30/2013 1:43 pm

LA REBELDE MÁS VIEJA DE LA TIERRA, POR IVÁN BELTRÁN CASTILLO, COLOMBIA.TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO



"¿Qué es el fondo? Lo correcto. ¿Qué es la forma? Lo conveniente. El fondo es verdadero, la forma es bella. ¿Qué hay que hacer: lo correcto o lo conveniente? Hay que hacer lo correcto, pero de la forma más conveniente." DAVID C. RÓBINSON O.,PANAMÁ.

Del libro CRONISTAS BOGOTANOS, de OLGA SANMARTÍN, COLOMBIA, les reproduzco el último encuentro periodístico que concediera la mítica pintora colombiana DÉBORA ARANGO, catorce meses antes de su muerte, acaecida en 2005.

De ella han comentado diversas figuras del entorno cultural colombiano, lo siguiente:

“DÉBORA ARANGO, con la virulencia escarnecedora de sus colores lívidos y la amarga tensión con que sus líneas negras denunciaban prejuicios ancestrales, pintó a monjas y prostitutas, a una PRIMERA DAMA convertida en gallina y a un Presidente –el dictador ROJAS PINILLA--, como sapo voraz. Con razón las jerarquías conservadoras vetaron sus muestras y esta mujer antioqueña fue obligada a guardar silencio durante muchos años. Pero el canto de su obra no quedó enjaulado. Nos puso delante de los ojos un país violento, donde las mujeres eran relegadas y la represión, con armas o con excomuniones, intentaba cercar en vano una libertad que el expresionismo crítico de su obra recobraba, para bien de todos.” JUAN GUSTAVO COBO BORDA.

“El impacto de la obra de DÉBORA ARANGO, tanto en el arte como en la sociedad colombiana, carece de puntos de comparación. Su actitud como artista, la fuerza de sus convicciones, su ánimo valiente y decidido y la lucidez y fuerza de sus planteamientos pictóricos no han sido fáciles de equiparar, ni siquiera en estos tiempos, en los cuales sus aportes se han convertido en premisa del trabajo de numerosos artistas.” EDUARDO SERRANO.

“DÉBORA ARANGO cambió de manera radical la forma de representar el cuerpo femenino en el arte colombiano, lo que equivale a decir que introdujo la verdad en la pintura, oponiéndose intuitivamente a la idealizaciones académicas derivadas del romanticismo decimonónico. Esas mujeres desnudas que miran directamente al espectador y se muestran en carne viva, sin cumplir con las convenciones del decoro, fueron motivo de un escándalo ya legendario, que a las nuevas generaciones puede resultarle incomprensible.” SANTIAGO LONDOÑO VELEZ.

“Hay seres destinados a iluminar con su resplandor amplios trayectos de la historia. Su elevada dimensión metafísica trasciende los linderos cotidianos del tiempo, y se proyecta más allá de los días y los años, no importa que haya que esperar antes del reconocimiento colectivo. DÉBORA ARANGO fue uno de esos seres: desbordó el libreto de su generación e hizo saltar en añicos apreciaciones de la sociedad consuetudinaria.” BELISARIO BETANCURT, EXPRESIDENTE DE COLOMBIA .

“ARANGO fue polémica por su obra descarnada y crítica de la sociedad de su época. Incluso, en 1955, en una exposición en el INSTITUTO DE CULTURA HISPÁNICA DE MADRID, el GENERAL FRANCISCO FRANCO hizo descolgar sus pinturas. El primer cuadro que se acepta como el que originó su interés por la figura humana fue el de una religiosa.(...)

DEBORA, según el hábito y disposición de su alma, siempre obró independientemente de los preceptos, materializando en su cotidianidad la intimidad y pensamiento consecuentes con su razón verdadera: la natural. Esa naturalidad con la cual ve las cosas, las impresiones de su mundo local, las particularidades de los hechos, constatándolos más no juzgándolos, se constituye en su manera de denunciar. Su actitud es anhelo de libertad, de actuar naturalmente, sin miedos, sin conformismos, sin tabúes; de impactarse, mas no impactar, por el sufrimiento íntimo de su mundo. Éste no es más que el valor necesario para entender que una realidad particular requiere de un arte igualmente particular; su responsabilidad por esa realidad sensible, decide su posición ética.” FOLLETO: DÉBORA ARANGO

Por su extensión, publicaré dicha entrevista en dos entregas, para no abusar de su precioso tiempo, mis queridos amigos.

Que disfruten a plenitud de esta nueva semana que da inicio.

CECILIA

LA REBELDE MÁS VIEJA DE LA TIERRA, POR IVÁN BELTRÁN CASTILLO, COLOMBIA.


Milagroso, el primer hombre que miró hacia atrás. Milagroso, porque con su gesto fundó la nostalgia, los dioses, la ausencia, la lejanía, el amor, la pintura, el erotismo, la pureza, el llanto, la culpa, los ensueños y, tal vez, la muerte. Milagroso, porque mirar es lo único que prueba cuánta porción de humanidad ha germinado en estos cuerpos animales; porque el hombre es el único ser que se devuelve y, también, porque ese fundador olvidado inauguró, desde el centro de la noche de los tiempos, ritos como este reportaje con DÉBORA ARANGO, la mujer que cumplió en MEDELLÍN 96 años, el 11 de noviembre de 2003, y quien vivió siendo rebelde y soñadora.

Reposando de su lucha contra las convenciones, DÉBORA parece hoy una reliquia surrealista, un último mensaje de la rebeldía que alguna vez convirtió nuestro periplo en una incesante pregunta; un telegrama de los tiempos pretéritos, cuando los hombres aún morían de amor, de sífilis y de revoluciones.

Es la pintora más vieja de COLOMBIA y, posiblemente, del mundo, y también una vanguardista que escandalizó a mojigatos, tíos, falangistas, curas, caciques feudales, monjas, puritanos y preceptores, porque desde los años treinta sintió inclinación hacia el desnudo pictórico y pobló sus cuadros con un bosque de muchachas jóvenes, invadidas de verano. Ella desató el leopardo de la imaginación, cuando todas las mujeres en este país no eran otra cosa que, para decirlo con las palabras sarcásticas del TUERTO LÓPEZ:

“Pobres Muchachas de provincia
las de aguja y dedal que no hacen nada
y obligan al diablo a decir
con los brazos en cruz
Pobres muchachas de provincia.”

Pero también desnudó el fantasma de la rebeldía y, entonces, pintó a los desheredados y, con su ternura de colores, nos demostró la necesidad de que heredaran; puso también, al lado de las mujeres frágiles y lujuriosas de pureza, a putas somnolientas que, después de su jornada de horror carnal, se masturban con los retratos que deja en sus hoteluchos la muerte. Pintó, de igual manera, a politicastros y jefes de estado cebados, en sus tronos y canapés republicanos, a poetas, cargueros, mendigos y bebedores de alcohol etílico, sin dejar de lado a los latinoamericanos que nacen sin una primera oportunidad sobre la tierra; a obreros desahuciados por el salario del miedo y a burgueses desahuciados por el salario de la gula… pintó, finalmente, los recuerdos que se reintegrarán en el futuro y a los futuros condenados al pasado.

DÉBORA es, también, la sobreviviente de una familia conformada por siete mujeres -- KARINA, CAROLINA, RAQUEL, LUCILA, MATILDE, ELVIRA Y ELLA MISMA– que crecieron, agonizaron de amor, se marcharon y, a veces, regresaron y cedieron a las más diversas pasiones, desde una casa enorme, en ENVIGADO, llamada CASABLANCA, donde, en la actualidad, el imaginario es el presente y sólo quedan las dos últimas de ellas: las que resistieron a la poda de los años y que, sentadas una lejos de la otra, en un pequeño salón de recibo, miran obstinadamente hacia atrás, viendo en cada rincón de esa casa algún hermoso espectro, alguna felicidad fugitiva…

DÉBORA aún conserva la lucidez, la capacidad de reflexionar y de contar cosas, aunque ahora lo hace muy despacio, como si tuviera en las manos el hilo de ARIADNA, que pudiera conducirla de regreso a los instantes cortados a la medida de su ser esencial.

--“Me quedé soltera, porque descubrí que la pintura y el arte unas pasiones más dignas que el amor y sus desdichas… Me di cuenta, a tiempo, de que el matrimonio convencional es un destino muy ceniciento, para las mujeres. Además, como siempre pinté desnudos, los hombres se me alejaron. No me paraban bolas o me tenían tanto miedo, que les costaba acercarse. Pero no estuve sola: las ilusiones efímeras y los colores eterno.”, cuenta DÉBORA, al iniciar la entrevista, luego de que la sacamos de una siesta plácida, tomada en una mecedora verde y bajo el imperio de un silencio maravilloso, apenas roto por el aleteo de las mariposas muy cerca de la ventana.

--“Desde que entré al colegio, supe que iba a ser distinta, presentí la rebeldía. Si lo pienso bien, creo que eso me lo enseñó una profesora italiana, cuyo nombre, infortunadamente, he olvidado”. Y agrega, con los ojos entornados: “Los hombres de mi época solamente estaban contentos, si la mujer era dócil y mansa, y no les importaba qué pensaba, ni mucho menos, qué sentía. Los de ahora, en cambio, iguales. Yo prefiero no comprobarlo. A esta edad, no saludables las decepciones. La mayoría de los hombres duros y distantes. Cuando yo era joven, casarse con uno de ellos era como casarse con una temible tempestad.”

DÉBORA lo dice a sus 96 años, con la sonrisa de una victoria extraña y de una felicidad poco grandiosa y un tanto despectiva.

La pintora ha sido nombrada como la FRIDA KAHLO de COLOMBIA. No faltó quien la incluyera en el grupo de las angelicales transgresoras, junto a ANAÏS NIN, SIMONE DE BEAUVOIR, SAFO, REMEDIOS VARO, COLETTE, ROSA LUXEMBURGO o ELEONORA CARRINGTON, ya que tenía lo mejor de todas esas peligrosas libertarias, pero también compartía esa vocación con una peligrosa y enigmática castidad, heredada de sus antepasados castellanos y aprendida en la epidermis de una ANTIOQUIA llena de espejismos y supercherías líricas, de furores vanguardistas y oscurantismos feroces.

En realidad, fue una santa: SANTA DÉBORA… alguien que recorrió el mundo y miró todas las tentaciones, con curiosidad pero también con la inapetencia y el desgano con que las miraba BUDA.

Estuvo en BÉLGICA y AUSTRIA, en INGLATERRA y SUIZA, en ESPAÑA y PORTUGAL. Y todavía afirma: “Mirar el carnaval del mundo no sirve sino para pintar.”

Recuerda que respiró el mismo aire que MIGUEL BAKUNIN y VLADIMIR ILICH LENIN, LEÓN TROSTKY y ANDRÉ BRETÓN; el PRÍNCIPE KROPOTKIN y PAUL VALÉRY, HERBERT MARCUSE y MARYLIN MONROE.

Y, como las grandes mujeres, depositó el deseo en cosas menos superficiales que el deseo, y como todos los artistas, desde que el mundo es mundo, profirió la gran frase: “Yo recuerdo”. (CONTINUARÁ)


CECILIA


POTYLDA 110F
2043 posts
8/19/2013 10:00 pm

SIENTO UNA GRAN ALEGRÍA PORQUE, AÚN SIN CONOCERNOS, ME HONRAS CON EL PRIVILEGIO DE TU VISITA, DE TU LECTURA, DE TU ATENCIÓN, DE TU INAPRECIABLE TIEMPO.

SALUDOS SOLIDARIOS E ISTMEÑOS DE

CECILIA


CECILIA