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POTYLDA 110F
2178 posts
9/17/2013 7:06 am

Last Read:
9/17/2013 7:23 am

LA TECNOLOGÍA DEL ORGASMO, POR RACHEL P. MAINES. TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R SALAS.


Con un estilo ameno, la autora del libro LA TECNOLOGÍA DEL ORGASMO, RACHEL P. MAINES, nos brinda un recorrido excelentemente documentado y apoyado en una extensa bibliografía, de cómo un concepto en exceso complaciente con el paradigma de la sexualidad masculina (penetración-eyaculación), ha condenado a la mujer a siglos de relegación, que afectan no sólo su salud sexual, sino su salud general, condenándola a constituirse en una enferma perpetua, por ser diferente al hombre.
Besos camorreros de

CECILIA



LA TECNOLOGÍA DEL ORGASMO, POR RACHEL P. MAINES. TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R SALAS.


LA HISTERIA, LOS VIBRADORES Y LA SATISFACCIÓN SEXUAL DE LAS MUJERES, es el subtítulo de este ensayo nacido por casualidad. Su autora, RACHEL P. MAINES, se documentaba para escribir una historia de la costura cuando, en revistas de labores de finales del siglo XIX, se topó con anuncios de lo que, sin duda, eran vibradores para uso femenino.

MAINES comenzó a investigar la existencia de estos artilugios que, en esa época, eran de uso medicinal. Descubrió así que diversas técnicas de estimulación del clítoris han sido usadas desde la Antigüedad hasta bien entrado el siglo XX, con fines terapéuticos. La intención era sanar lo que era considerado como una enfermedad: la sexualidad femenina.

En un modelo androcéntrico de sexualidad --que persiste hasta nuestros días--, la penetración vaginal hasta la eyaculación masculina era la norma, entre otras cosas, porque era lo necesario para que se diera la concepción. Sin embargo, aunque la satisfacción masculina estaba asegurada, la femenina sólo se daba en menos de un 25% de los casos.

La autora se remonta a HIPÓCRATES, en un recorrido por la medicina, que pone de manifiesto que la sexualidad femenina y todo síntoma de insatisfacción sexual eran tomados, y consecuentemente tratados, como una enfermedad que debía ser curada.

LA TECNOLOGÍA DEL ORGASMO pone de manifiesto el desconocimiento, o la despreocupación, sobre el funcionamiento del aparato reproductor femenino. La prueba de ello es que no fue hasta el siglo XVIII, cuando se desarrolló un vocabulario completo, para describir la anatomía femenina. Es evidente, entonces, que la ciencia médica se negó a aceptar, durante veinticinco siglos, la evidencia de que la sexualidad femenina no encajaba con el marco ideal de la satisfacción masculina y de la reproducción y por ello inventó una enfermedad, para explicar el comportamiento de las mujeres: la histeria.

La histeria fue tratada, desde la Antigüedad, como una enfermedad y, a partir de FREUD y hasta 1953, como un trastorno sicológico propio de las mujeres. Durante los largos siglos en que fue considerada como una enfermedad --y no como un trastorno mental--, se trató mediante masajes vulvares, que aplicaban el médico o un ayudante y, cuando los avances de la técnica lo hicieron posible, ciertas máquinas.

Dichos masajes provocaban en la mujer una crisis, cuya descripción recogen numerosos manuales médicos y que, hoy en día, es fácil reconocer como orgasmos. La provocación de esa crisis era efectiva, pues se podía comprobar que la enfermedad remitía durante una temporada.

No obstante, la técnica del masaje era complicada y exigía tiempo y esfuerzo, lo que propició que en las consultas se reservase un espacio para las modernas máquinas vibratorias. RACHEL P. MAINES hace un recorrido por los distintos modelos que inundaron el mercado profesional primero, para llegar luego a los hogares de las familias de clase media.

El convencimiento de que si no existía penetración, no había nada de carácter sexual --hubo más reticencias a la incorporación del espéculo al instrumental ginecológico--, permitió que la terapia del masaje vulvar fuera una práctica socialmente aceptada.

Los avances de la ciencia y el hecho de que, ya en los años veinte, los vibradores domésticos aparecieran en películas de cine para adultos, hicieron que el camuflaje social del vibrador cayera y su uso quedara proscrito de la práctica médica, hasta su reaparición, ya decididamente como juguetes sexuales, en la década de los sesenta del pasado siglo.


CECILIA


POTYLDA 110F
2043 posts
9/17/2013 7:09 am

SIENTO UNA GRAN ALEGRÍA PORQUE, SIN AÚN CONOCERNOS, ME HONRAS CON EL PRIVILEGIO DE TU VISITA, DE TU LECTURA, DE TU ATENCIÓN, DE TU INAPRECIABLE TIEMPO.

SALUDOS SOLIDARIOS E ISTMEÑOS DE

CECILIA


CECILIA