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POTYLDA 110F
2178 posts
10/31/2013 11:11 am

Last Read:
12/27/2013 3:47 pm

SITUACIONES QUE CREAN DISCORDIA ENTRE LA PAREJA, POR MÓNICA BEATRIZ GERVASONI. TEXTO SELECCIONADO Y




SITUACIONES QUE CREAN DISCORDIA ENTRE LA PAREJA, POR MÓNICA BEATRIZ GERVASONI. TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R SALAS.

Ya sea recién casados o estrenados convivientes; con libreta o sin libreta; juntados por voluntad propia o casamiento arreglado; reincidentemente vueltos a casar; en Argentina, México o Las Vegas; unidos en santo matrimonio, por cualquier rito religioso y ante el altar; con una convivencia longeva o incipiente; felices o infelizmente juntos; habiendo renovado el contrato a perpetuidad, o a punto de separarse y/o divorciarse; en plena guerra de los roces y a punto de ser viudos, entre los miembros de la pareja existen frases y hechos que, en lo que dura un suspiro, indefectiblemente encienden la mecha para la discordia..

DETONANTES, ENTRE ELLOS Y ELLAS

---Que él deje un reguero de ropa, desde el dormitorio hasta el baño, y viceversa. Porque, intimidades aparte, en su inmensa mayoría los especímenes del sexo masculino, --y excluyo a los super e hiper ordenados--, se van desnudando, cual Adonis, desde la cama a la bañadera, arrojando a su paso toda la ropa.

De no ser que lo haga otro mortal, la ropa puede permanecer allí por los siglos de los siglos, pues a él no le incomoda. Pero Dios y María Santísima nos guarde, si se nos ocurre colgar una bombacha --impecablemente lavada, pero húmeda--, de la canilla de la ducha. “¡Sacrilegio!”, gritará él, a voz en cuello.

---Que se haga olímpicamente el otario, --cosa que le sale a las mil maravillas--, y mire para otro lado, cuando su mascota preferida ensucia el piso recién barrido, trapeado o aspirado por nosotras.

---Repartirse las tareas hogareñas y domésticas, representa un tema de estado mayor. Es una cuestión tan aparte, que amerita desempolvar el pañuelo blanco de la rendición, fumar la pipa de la paz y tirar la toalla, cuando no den para más dichas negociaciones.

Así, entre los sub temas cotidianos encontramos el estelar: sacar la basura. Esta es una diligencia con la que ellos prueban mil y una artimañas y estratagemas, con tal de eludirla. Y nosotras contamos hasta un millón, con tal de no matarlos. De esta manera, si una les reclama y están de buen humor, desde la planta baja nos dicen, mientras abren la puerta del edificio: “¡Ay!, se me olvidó.” Otra respuesta clásica, dicha con una expresión de inocencia surrealista en la cara, es: “Voy a comprar cigarrillos -- o el chocolate que se nos antojó a las 10.00 a.m., pero que ellos van a comprar a las 11:00 p.m.--, y cuando vuelvo saco la basura.” Obviamente que para cuando regresan, el camión recolector pasó hace rato…

--- Que planeemos cocinarle una comida afrodisíaca, pero queramos antes pactar con él que lave los platos, ollas y demás enseres de la cocina que ensuciemos cocinando.

---El reproche enteramente masculino, de no entender jamás por qué uno compra las medias de a pares y después que las estrenó, jamás se reencuentra con ellas en el mismo estado y perdiendo su condición de par, una vez que pasaron por el proceso de lavado.

--- Que venga con un hambre de brontosaurio, con ganas de comerse un dinosaurio mariposa con papas fritas y que descubra, esa misma noche, que nos hemos vuelto vegetarianas y que, unilateralmente, hemos decidido empezar la dieta que por siglos hemos ido postergando.

---Que llegue a casa locuaz, cuando nosotras queremos huir a un monasterio, en búsqueda de un poco de paz y silencio, y viceversa.

--- Que en un partido de fútbol, se nos ocurra hacer algún comentario, ya que ante la menor opinión de parte nuestra -- confundir un out side con un corner, por ejemplo--, nos puede mostrar la cara del peor representante de la barra brava y mandarnos a lavar los platos, que debió lavar él, pues nosotras cocinamos y le servimos los alimentos.

--- Tirarle a la basura alguna pertenencia de su infancia, o su sillón preferido, que heredó de su abuelo, pero que ni el mismo gato elige para recostarse.

--Mirarlo fijamente a los ojos y decirle: “Fue culpa tuya.”, cuando se rompe y/o daña la calefacción, la máquina de lavar la ropa y/o la secadora, la estufa o la refrigeradora, el grifo del baño y/o del fregador de la cocina, o cuando “su” hija adolescente se fue de la casa.

---No entender nunca lo personal que puede ser su maquinita de afeitar nueva, aquélla que guarda y esconde celosamente de nosotras. ¡Arde Troya!, cuando la encuentra mojada y sucia de pelos, en el preciso momento en que la va a usar para afeitarse para ir al trabajo y, enojadísimo, nos pregunta que para qué cuernos malgastó su dinero comprándonos una super afeitadora femenina a pilas, si nosotras jamás recordamos comprarle baterías y terminamos, indefectiblemente, usando la de él.

---Cuando él nos reprocha, durante los días pre, in y post de nuestra regla -- marea roja, Andrés, o cualquier nombre con el que él haya bautizado cariñosamente a nuestro ciclo menstrual--, la expresión de nuestro rostro, y nos acusa de gruñir como bulldog, en vez de hablar, y limitar nuestras respuestas a simples monosílabos.

---Que venga con ganas de hay, triki, triki, hay bang, bang y nosotras le digamos, --con premeditación, alevosía y ventaja--: “Hoy no, querido, pues me duele la cabeza.”, para cobrarnos cualquier ofensa o desplante que nos hizo ese día y que para la noche, por supuesto, él ya olvidó, pero que nosotras continuamos rumiando, en nuestra memoria de elefante.

--- Que el diario del domingo --que a él gusta leer todo junto y de un solo tirón--, nosotras lo descuarticemos y tenga entonces que buscar el suplemento deportivo debajo de la cama y lo encuentre destrozado por el perro.

--- Que esté todo preparado para una cena romántica y llegue de sorpresa la madre de él.

CUALQUIER SEMEJANZA CON LA REALIDAD, “A MÍ ME PASA LO MISMO QUE A USTED…”


CECILIA


POTYLDA 110F
2043 posts
10/31/2013 11:13 am

SIENTO UNA GRAN ALEGRÍA PORQUE, SIN AÚN CONOCERNOS, ME HONRAS CON EL PRIVILEGIO DE TU VISITA, DE TU LECTURA, DE TU ATENCIÓN, DE TU INAPRECIABLE TIEMPO.

SALUDOS SOLIDARIOS E ISTMEÑOS DE

CECILIA


CECILIA