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CARLOS JUAN FINLAY: UN REVOLUCIONARIO DE LA MEDICINA. TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R SA El día 3 de diciembre próximo pasado, se celebró el 180 aniversario del nacimiento del médico cubano CARLOS JUAN FINLAY, fecha en la que también se conmemora el DÍA DEL MÉDICO LATINOAMERICANO, como un reconocimiento a sus aportes a la Medicina. A finales del siglo XIX, este médico sorprendió a la comunidad científica con una idea completamente nueva... y revolucionaria. CECILIA   CARLOS JUAN FINLAY: UN REVOLUCIONARIO DE LA MEDICINA. TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R SALAS, DE UN ARTÍCULO PUBLICADO EN MSN. FINLAY, hijo de un médico escocés casado con una francesa, fue el primero en teorizar sobre la TRANSMISIÓN DE ENFERMEDADES A TRAVÉS DE LOS MOSQUITOS. Para esa época, la FIEBRE AMARILLA mataba a cientos de miles, no sólo en el CARIBE y SURAMÉRICA, sino en los ESTADOS UNIDOS y EUROPA. Durante siglos, su origen había sido un misterio, para la comunidad científica. Pero en 1881, en una conferencia en WASHINGTON DC, este médico cubano propuso que podía ser transmitida por un mosquito y no por el contacto directo del enfermo. Era la primera vez que alguien planteaba la idea de un VECTOR BIOLÓGICO como el MOSQUITO. Su teoría fue objeto de burla y FINLAY, de humillación. ENEMIGO CLAVE FINLAY nació el 3 de diciembre de 1833, en PUERTO PRÍNCIPE, hoy conocida como la ciudad cubana de CAMAGÜEY. Tras estudiar primaria y secundaria en FRANCIA y el REINO UNIDO, este cubano terminó sus estudios de medicina en FILADELFIA, PENSILVANIA. Luego regresó a CUBA, en donde abrió una consulta como oftalmólogo y, paralelamente, se dedicó a estudiar la FIEBRE AMARILLA, también conocida como VÓMITO NEGRO o PLAGA AMERICANA. Se cree que esta enfermedad se originó en ÁFRICA y de allí dio el salto al CONTINENTE AMERICANO y al resto del mundo, debido al tráfico de esclavos. Si bien en 1647 se dio el primer brote de FIEBRE AMARILLA en la ISLA DE BARBADOS, fue en los siglos XVII y XIX que las epidemias de dicha enfermedad azotaron al mundo. La FIEBRE AMARILLA fue el gran aliado de HAITÍ, en su lucha por la independencia de FRANCIA, pues cuando NAPOLEÓN decidió enviar su ejército para controlar la revuelta de esclavos, estiman los historiadores que entre 35, 000 y 45,000 soldados franceses cayeron abatidos por esta enfermedad. En 1804, dicho país caribeño fue el segundo del continente americano en independizarse, después de los ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA. Casi 100 años después de la derrota de NAPOLEÓN, los franceses volverían a ser derrotados por la enfermedad, ya que sus esfuerzos por construir un CANAL por PANAMÁ se fueron al traste, en parte por la alta incidencia de FIEBRE AMARILLA y MALARIA, entre los obreros y funcionarios de la empresa. DOS DÉCADAS DE ESPERA CARLOS JUAN FINLEY tuvo que esperar 20 años, para que su trabajo fuera reconocido. ESTADOS UNIDOS estaba desesperado por acabar con la llamada PLAGA AMERICANA, por el alto número de muertes causadas por la FIEBRE AMARILLA durante las guerras de EE.UU con el REINO DE ESPAÑA, a finales del siglo XIX, por su mortal presencia en los trabajos de la construcción del CANAL DE PANAMÁ y debido a que las epidemias urbanas eran un verdadero problema de salud pública. Por todo ello, los médicos del ejército norteamericano empezaron a investigar sobre esta enfermedad. Fue así como WALTER REED fue enviado a CUBA y CARLOS JUAN FINLEY reivindicó su teoría y reputación. Tras descartar la hipótesis de que la causa del VÓMITO NEGRO estaba en el AIRE, REED fue persuadido para que comprobara la teoría de FINLEY. No sólo pudo ratificarla, sino que las recomendaciones de FINLEY fueron aplicadas en la capital de CUBA, convirtiéndose LA HABANA en la primera ciudad del mundo en donde se erradicó la FIEBRE AMARILLA. El siguiente objetivo sería PANAMÁ. CARLOS JUAN FINLEY murió en su casa de LA HABANA, en agosto de 1915, tras sufrir un accidente cerebrovascular. La vacuna contra la FIEBRE AMARILLA no fue desarrollada sino hasta en los años 30 del pasado siglo, por el sudafricano MAX THEILER. Pero esa es ya otra historia… CECILIA |
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SIENTO UNA GRAN ALEGRÍA PORQUE, SIN AÚN CONOCERNOS, ME HONRAS CON EL PRIVILEGIO DE TU VISITA, DE TU LECTURA, DE TU ATENCIÓN, DE TU INAPRECIABLE TIEMPO. SALUDOS SOLIDARIOS E ISTMEÑOS DE CECILIA CECILIA
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