Close Please enter your Username and Password
Reset Password
If you've forgotten your password, you can enter your email address below. An email will then be sent with a link to set up a new password.
Cancel
Reset Link Sent
Password reset link sent to
Check your email and enter the confirmation code:
Don't see the email?
  • Resend Confirmation Link
  • Start Over
Close
If you have any questions, please contact Customer Service


POTYLDA 110F
2178 posts
1/28/2014 10:38 am

Last Read:
1/28/2014 7:10 pm

CON JUAN, SIN JUAN, POR RODOLFO ALONSO, POETA, ENSAYISTA Y TRADUCTOR, ARGENTINA. TEXTO SELECCIONADO

Hace pocos días me enteré de la triste noticia del fallecimiento de uno de los poetas que más he admirado: JUAN GELMAN.

Sin otro comentario, reproduzco para Uds., estimados/as lectores/as de la presente Nota, el texto escrito por un compatriota del poeta, a propósito de tan lamentable pérdida para el mundo de las letras hispanoamericanas.

CECILIA

CON JUAN, SIN JUAN, POR RODOLFO ALONSO, POETA, ENSAYISTA Y TRADUCTOR, ARGENTINA. TEXTO SELECCIONADO POR CECILIA R SALAS.

“(…) Así eras, Juan. Por eso te llamabas,/
juan como todo lo que sufre y crea.” JUAN GELMAN, ARGENTINA.

Pasan los días. Mas no cede la pena.
Emerjo, muy lentamente, del abismo de dolor en que me sumergió, la noche de ese martes 14 de un enero fatal, una agencia de noticias, con el repentino e inesperado anuncio de su pérdida. “Sabemos que fueron muy amigos; queríamos una semblanza.”

No pude contestar. Sólo sollozos. Y el balbuceo entrecortado, que ellos lograron anotar: “Recién me entero. No tengo palabras. Es un dolor muy grande. Una pérdida inmensa.”

Cuando hace poco nos habíamos visto, escrito, bromeado...
Pero de ese marasmo resurjo a pedazos, a veces, lentamente. Un poco, por sentirlo vivo dentro mío, muy vivo. Y, también, al irme enterando, por briznas de noticias, por rumores, de su extraordinaria y corajuda decisión final, que lo revela culminando tal como era, de cuerpo entero.

Elegir el dolor y no alargar penosamente su existencia, no volverse un objeto, para poder dedicar del todo sus últimos días sólo a escribir poemas; y escribir poemas a la mujer amada, es algo excepcional, extraordinario, casi mítico, que culmina, sí, su vida, pero coronándola como siempre vivió: como un valiente y como un poeta.

Y es aquí donde siento que yo, --y también todos los que seamos capaces, dignos de percibirlo--, estamos (todavía más) en deuda con él, que tanto tanto tanto nos ha dado. Gracias siempre, por eso también, querido amigo, gracias por todo. Y gracias por entibiarnos, por endulzarnos un poco, con gesto semejante, este amargo trago de amargura.

Gente honrada me pide que elija unos poemas, para recordarlo. Pero no logro todavía atreverme a abrir sus libros. Me dejo llevar por marejadas de recuerdos...

El 3 de otro enero, pero de 1958 --la fecha está debajo de su firma--, en nuestra BUENOS AIRES, JUAN me viene a traer su primer libro: VIOLÍN Y OTRAS CUESTIONES. Y, justo el primer poema, de ese libro inicial, como muy bien se ha recordado, se titula EPITAFIO.

De cuando en cuando, ya en MÉXICO, solía enviar algún poema. Que uno honesta y cálidamente agradecía.Con el tiempo, descubrí, no una sino varias veces, que era de nuevo su delicadeza enorme, porque ese mismo poema solía aparecer dedicado al pie en el libro subsiguiente.

Así ocurrió con un poema de título entrañable, revelador, casi un poema en sí mismo, un hallazgo verbal que es, al mismo tiempo, una evidencia muy íntima: ENTRESHIJO. Y justo vino a ser ese, el único poema de los que me envió que no se publica dedicado, porque en EL EMPERRADO CORAZÓN, ahora su texto cubre totalmente la página hasta la última línea, con lo cual, sin duda, resultó imposible dejar unas pocas palabras accesorias colgando solas, en lo alto de la página siguiente.

Y ya que abrimos con el primero del primer libro, cerremos con el poema final de su último libro publicado: HOY.No puedo hacer nada más, por el momento.

Entre bromas y veras, JUAN solía aludir --privada e incluso públicamentte-- a la poesía como La Señora.“Veamos cómo se ha despertado hoy La Señora, --decía, por ejemplo--, porque si ella no quiere, no hay nada que hacer.”Parece que quiso. Y mucho. Y bien.

De pronto, sentí el impulso irresistible de volver a buscar aquel primer libro tuyo, en que todo empezaba: VIOLÍN Y OTRAS CUESTIONES. Lo fui leyendo entero, lentamente, haciendo vida otra vez de la memoria. Y ahí fue donde, muy cerca del final, volví a encontrarte. O mejor, vos mismo te encontraste. Porque decías, ya desde entonces, y aún ahora:

“(...)Así eras, Juan. Por eso te llamabas, /
juan como todo lo que sufre y crea.”



CECILIA


POTYLDA 110F
2043 posts
1/28/2014 10:44 am

SIENTO UNA GRAN ALEGRÍA PORQUE, AÚN SIN CONOCERNOS, ME HONRAS CON EL PRIVILEGIO DE TU VISITA, DE TU LECTURA, DE TU ATENCIÓN, DE TU INAPRECIABLE TIEMPO.

SALUDOS SOLIDARIOS E ISTMEÑOS DE

CECILIA


CECILIA