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CANAL DE PANAMÁ: VÍCTIMA HISTÓRICA DE LOS LOBOS DE WALL STREET, POR OLMEDO BELUCHE, PANAMÁ. TEXTO SE TERCERA PARTE Si leemos y analizamos los hechos históricos que a finales del siglo XIX dieron pie a la quiebra de la sociedad gala responsable de la construcción del CANAL FRANCÉS por nuestro ISTMO, y luego los confrontamos con los recientes acontecimientos que han provocado el cese total de los trabajos de la ampliación del CANAL DE PANAMÁ, por parte de la EMPRESA GUPC --GRUPO UNIDOS POR EL CANAL—no nos queda más que reconocer que ambos casos ejemplifican la célebre frase de KARL MARX: “La historia se repite, primero como tragedia, luego como farsa." Sin otro particular, los dejo en la compañía de LA TERCERA ENTREGA, de un total de SEIS, que conforman el artículo completo escrito por OLMEDO BELUCHE, PANAMÁ, CECILIA  CANAL DE PANAMÁ: VÍCTIMA HISTÓRICA DE LOS LOBOS DE WALL STREET, POR OLMEDO BELUCHE, PANAMÁ. TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R SALAS. TERCERA PARTE LA QUIEBRA FRAUDULENTA DE LA COMPAÑÍA UNIVERSAL DEL CANAL DE PANAMÁ El segundo atraco fue contra los miles de pequeños accionistas franceses, que invirtieron sus pequeñas fortunas en acciones de la COMPAÑÍA UNIVERSAL. Lejos de la ilusión que les habían vendido, de que sus francos se transformarían en millones gracias a la prosperidad comercial que pasaría por el CANAL, de golpe se enteraron que la COMPAÑÍA UNIVERSAL se declaraba en quiebra, en diciembre de 1888. “(…) Se había gastado, y en parte malversado, un capital de más de $254,000,000.00, sin que lo construido hasta entonces ofreciese otro aspecto que el de tierras medio removidas y escavadas por algún cataclismo(…)”, nos dice OSCAR TERÁN. TERÁN especifica cómo se gastaron los 254 milllones: $2,188,000.00 en la compra de la concesión al SINDICATO WYSE y pagos a COLOMBIA; $20,046,117.00 por las acciones del ferrocarril; $88,616,000.00 como pago a proveedores y contratistas; $3,906,000.00 en materiales y edificios y $140,000,000.00 malversados por la COMPAÑÍA UNIVERSAL. Algunos de los suplidores o contratistas sobrefacturaron abusivamente, hasta lograr obtener enormes fortunas. Uno de ellos fue PHILIPPE BUNAU VARILLA quien, conjuntamente con su hermano MAURICE crearon la COMPAÑÍA DE CULEBRA, especializada en dinamitar y excavar el CORTE CULEBRA, la sección más angosta del CANAL. La sobrefacturación y las triquiñuelas financieras convirtieron a BUNAU VARILLA, de simple empleado de la COMPAÑÍA UNIVERSAL, en un potentado y uno de los accionistas principales de la COMPAÑÍA NUEVA DEL CANAL, que sustituyó a la primera, por lo que jugó un papel clave en la secesión de PANAMÁ de COLOMBIA y la firma del TRATADO HAY-BUNAU VARILLA, el 18 de noviembre de 1903. LA TRANSFIGURACIÓN TRAMPOSA DE LA COMPAÑÍA UNIVERSAL EN LA COMPAÑÍA NUEVA DEL CANAL El tercer atraco fue el orquestado contra COLOMBIA, nuevamente. Como el contrato original con la COMPAÑÍA UNIVERSAL DEL CANAL vencía en 1893, año en que supuestamente el CANAL ya debería estar funcionando, los financistas franceses lograron del gobierno colombiano sendas prórrogas --la primera de un año y la segunda de 10 años, que vencía en 1904--, a cambio de que se constituyera una nueva compañía, la que tendría como objetivo acopiar capital suficiente para terminar la obra. Así nació la COMPAÑÍA NUEVA DEL CANAL DE PANAMÁ (COMPAGNIE NOUVELLE), que sustituyó a la primera, en 1894. La estafa contra COLOMBIA consistió en que sus directivos nunca tuvieron por objetivo terminar la obra, ni lograron reunir el capital suficiente, lo que violaba claramente el contrato. Su objetivo, desde el inicio, fue vender al gobierno de ESTADOS UNIDOS los derechos de construcción, lo que también violaba el contrato. Afirma TERÁN que la COMPAÑÍA NUEVA se constituyó con 650,000 acciones de a 100 francos cada una, pero la aplastante mayoría de las acciones se giraron contra facturas de cobro y papeles especulativos y sin capital real que las respaldara, repartidos de la siguiente forma: 40,620,700.00 francos en manos de los accionistas del panóptico o carcelarios --especuladores que tenían demandas por sobrefacturación contra la primera empresa, y a los que se les permitió presentarse como aportadores en la segunda, para seguir lucrando--, 10,000,000.00 de francos, en manos de un grupo de bancos encabezados por el CREDIT LYONNAIS; 10,000,000.00 de francos en manos del SR. EIFFEL; 8,000,000.00 de francos de los ex administradores de la primera compañía; 12,600,000.00 de francos en manos de MAURICE y PHILIPPE BUNAU VARILLA y sus socios; 3,400,000.00 de francos aportados por 6,000 pequeños accionistas, poseedores de entre 1 y 5 acciones, quienes fueron los únicos que en realidad pagaron y 5,000,000.00 en acciones para el ESTADO COLOMBIANO. Sentencia Terán: “(…) Únicos, los pequeños suscriptores vertieron íntegramente el valor de las acciones que tomaron, equivalentes a algo más de tres millones de francos(…)”, y todo lo demás fueron “(…)cuentas insolutas, recibos y otros papeles(...)”. El capital real que acopió la COMPAÑÍA NUEVA no excedió los 13,000,000.00 de dólares (65 millones de francos), con lo que los financistas franceses violaban, a sabiendas, el Artículo primero, acápites 1 y 2 del CONTRATO PRÓRROGA DE 1890, que les obligaba a terminar la obra y lograr un capital suficiente para hacerlo. Uno de los pocos valores que poseía la COMPAÑÍA UNIVERSAL y que no fue entregado a la NOUVELLE, eran las 68,000 acciones de la COMPAÑÍA DEL FERROCARRIL DE PANAMÁ. Dichas acciones fueron depositadas, en calidad de garantía, en el COMPTOIR NATIONAL D’ESCOMPTE de PARIS, como parte del acuerdo entre las compañías vieja y nueva, de que dichas acciones sólo pasarían a esta última, si se concluía el CANAL y que, de ocurrir lo contrario, la nueva pagaría a la vieja $4,000,000.00 (unos 20 millones de francos), por las acciones. “(…) Pero había que echarle tierra en los ojos a la NACIÓN COLOMBIANA, para que no viera la verdad, o para que la disimulara bonachonamente; de ahí en adelante, la COMPAÑÍA NUEVA DEL CANAL DE PANAMÁ se limitó a conservar mal que bien el material existente en el ISTMO, aparejó un campamento con unos 3, 500 trabajadores en el CORTE CULEBRA y construyó el MUELLE DE LA BOCA.(…)”, continúa señalando TERÁN. (CONTINUARÁ) CECILIA |
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SIENTO UNA GRAN ALEGRÍA PORQUE, AÚN SIN CONOCERNOS, ME HONRAS CON EL PRIVILEGIO DE TU VISITA, DE TU LECTURA, DE TU ATENCIÓN, DE TU INAPRECIABLE TIEMPO. SALUDOS SOLIDARIOS E ISTMEÑOS DE CECILIA  CECILIA
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