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DIVORCIÉMONOS, ANÓNIMO. TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R SALAS. DIVORCIÉMONOS, ANÓNIMO. TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R SALAS. ¡SÍ! Divorciémonos de la amargura, de la tristeza, de la envidia y del egoísmo; de los rencores, de las malas caras, de pensar mal de los otros, de las clasificaciones absurdas y sin razón que solemos hacer de los seres humanos. Divorciémonos de la soledad, de la ignorancia espiritual, de la hipocresía, de la falta de sensibilidad. Divorciémonos de la mediocridad, de la arrogancia y de la petulancia; de los atropellos, y de pensar que somos mejores que los demás. Tiremos todo lo negativo que pueda privarnos de ser una persona feliz y honesta con nosotros mismos. Divorciémonos de la angustia y del estrés que produce buscar la aprobación de los demás, ya sea impresionándolos con nuestra forma de vestir, con el lugar en donde vivimos, con nuestro auto, con los sitios que frecuentamos, o cómo decoramos nuestro hogar. No hagamos alharaca de las pequeñas, ni de las grandes cosas. Hagamos nuestras propias elecciones, siendo dueños de nosotros mismos, sin dejarnos gobernar por el estatus social, ni por el qué dirán. Que ese divorcio nos sirva para aceptarnos tal y como somos: con nuestro físico y nuestra manera de ser. Aceptemos, igualmente, las cosas que nos rodean, sin quejarnos de ellas: ni del clima, ni del ruido, ni de la gente ingrata, quejumbrosa y chismosa… Procuremos, sí, no frecuentar mucho a estos últimos, para que no rompan nuestra armonía. Acatemos que todo ello forma parte natural del mundo y aceptémoslo como un niño, que lo ve todo y no se ofende. Divorciémonos de todo los sentimientos de culpa y de toda la ansiedad que nos inmoviliza en el presente, cuando recordamos ciertos hechos que protagonizamos en el pasado. Reconozcamos, en su lugar, que hemos cometido errores, aprendiendo de ellos y tratando de no volver a repetirlos. Dejémonos de lamentar lo que pasó y divorciémonos del deseo de querer hacer sentir culpables a otros. Disfrutemos de la soltería que nos concede el divorcio de los malos sentimientos, para poder luego hacer pareja con la felicidad, felicidad a la cual deberemos prometer serle fieles, por el resto de nuestras existencias. CECILIA |
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SIENTO UNA GRAN ALEGRÍA PORQUE, SIN AÚN CONOCERNOS, ME HONRAS CON EL PRIVILEGIO DE TU VISITA, DE TU LECTURA, DE TU ATENCIÓN, DE TU INAPRECIABLE TIEMPO. SALUDOS SOLIDARIOS E ISTMEÑOS DE CECILIA -------------------------------------------------------------------------------- CECILIA
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