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POTYLDA 110F
2178 posts
11/28/2014 4:05 pm

Last Read:
11/28/2014 4:06 pm

LA UTOPÍA, POR JAIME RICHART, ESPAÑA. TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R SALAS.





LA UTOPÍA, POR JAIME RICHART, ESPAÑA. TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R SALAS.

De las acusaciones que los cómplices y condescendientes con los corruptos hacen a los que se proponen dar cumplida solución al estado de cosas de este país –y, de paso, a la vida de millones ya de personas--, no vale la pena malgastar un solo argumento. En cambio, sí vale la pena salir al paso del recelo de los desconfiados bien pensantes, que ven utopía en la determinación de los movimientos sociales por acabar con el drama que vive este país; de librarnos del agiotaje, de los nefastos oligopolios de la energía, de los privilegios nefandos de las élites, y de toda esa podredumbre política que se ha introducido en la gobernación, para enriquecerse escandalosamente, en perjuicio de los millones de españoles que habitan el país.


Aunque es inútil, --ya que sus ideas están tan alejadas de cualquier ideal que trascienda el egoísmo supremo personal, el de grupo y el de clan--, no está de más recordar que todos los logros y conquistas de la sociedad moderna consecuencia de transformaciones más o menos azarosas de utopías, en rabiosa realidad.
Durante casi dos mil años, no creer en un Dios antropomórfico fue no sólo imposible o una quimera, sino también un delito, causa de persecución o de la hoguera y, hasta principios del siglo XX, no había libros en biblioteca alguna, ni filósofos, pensadores, políticos, reyes o caudillos que no le tuviesen presente, ya sea en su pensamiento público o en su bandera. Hoy en día, es prácticamente todo lo contrario: negarle, cuestionar su existencia o tenerlo por metáfora forma parte del pensamiento común dominante, al menos el de quienes no ostentan o detentan el poder, o lo merodean.

Cuando los países coloniales, --prácticamente hasta casi finales del siglo XIX--, todavía consideraban la esclavitud como un estado propio de la desigualdad que reina en la vida de la Naturaleza, muchísimos ciudadanos de dichos países veían en los intentos por abolirla una utopía. En la actualidad, no hay quien no la considere una abominación de la especie humana.

¿Y qué decir, también, del estatuto y derechos del ciudadano y del trabajador; del sufragio de la mujer y de la idea de que de la máxima igualdad social, --pese a la resistencia de los patricios y grandes propietarios--, sólo se derivan bienes para todos...?

Todos sabemos qué significa la palabra UTOPÍA: en general, se considera “un lugar que no existe, una idea irrealizable, un programa político inviable. El PRAGMATISMO, su opuesto, es un concepto nacido en ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA, a finales del siglo XIX, cuyo significado es: "sólo es verdadero lo que funciona."

Pero resulta que lo que funciona es, por un lado, la fuerza que domina la vida en la Naturaleza y, por el otro, la fuerza opresiva de los que tienen los instrumentos de dominación social, para vencer sin convencer. Lo que funciona es lo que ellos quieren, y lo que su propaganda induce a que piense el pueblo, como lo es también aquello que exaltan los conspiradores contra la ciudadanía, en contraposición a lo que denigran de ella y llaman demagogia. Lo que funciona en el sistema neoliberal de los gobiernos de incontables países es privatizar lo público, apropiarse de lo público…en definitiva, depredar.

La sociedad occidental, cimentada sobre la manipulación sicológica de las masas, las engañifas mercantiles y los abusos basados en el conductismo y en el mentalismo –corrientes de pensamiento creadas por intelectuales estadounidenses--, para dirigirnos hacia el consumismo salvaje (y, de paso, a la destrucción de la Naturaleza) , es una sociedad infantil e infantilizada, que debe repensarse cuanto antes a sí misma, y elevar su conciencia a otros niveles.

Como ocurre con tantas cosas de la vida ordinaria, la verdad, lo correcto y lo que funciona se encuentran en el término medio. En el ámbito social, estos tres conceptos se sustentan en las transformaciones que la sociedad demanda clamorosamente al poder político, dominado por el implacable poder económico.

Diversos sectores de la sociedad española viven dramáticamente. Y viven así, se tenga o no empleo, pues la incertidumbre preside y guía sus existencias, tanto si cuentan con un empleo o como si no lo tienen, porque sus salario miserables y duermen con el temor a perderlos. Todo ello les impide a muchos organizar una familia y traer hijos al mundo.


Prescindamos de la revolución tradicional y evitemos la violencia que la acompaña, para conseguir los cambios que se precisan, para acercarnos lo máximo posible a la utopía. De ello se encargarán las movilizaciones sociales, que están en el umbral de conseguir las llaves para lograrlo y que nos situarán en lo que funciona, desde la óptica global del poder a constituir, y no a aquello que funciona, según la óptica del poder instituido.

Es urgente propiciar el salto a otras formas y filosofías de vida, que no consistan en consumir hasta niveles del paroxismo, para que todo funcione. Estamos aún a tiempo de lograr que los pilares de la sociedad sean las artes y la artesanía, la conversación, el ejercicio, el deporte, la ciencia y la ociosidad creativa. El genio británico BERTRAND RUSSELL ya lo propuso, en su ensayo ELOGIO DE LA OCIOSIDAD.


Estamos a tiempo de vivir esa Edad de Oro cervantina que pasaba por una quimera y que hoy, por una inteligencia colectiva potenciada por las nuevas tecnologías que propician la sinergia exponencial en la humanidad pacífica, puede y debe convertirse en glamorosa realidad. Es preciso confiar en las fuerzas que se encarguen de esa grande y noble misión…





CECILIA


POTYLDA 110F
2043 posts
11/28/2014 4:06 pm



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CECILIA




CECILIA