Close Please enter your Username and Password
Reset Password
If you've forgotten your password, you can enter your email address below. An email will then be sent with a link to set up a new password.
Cancel
Reset Link Sent
Password reset link sent to
Check your email and enter the confirmation code:
Don't see the email?
  • Resend Confirmation Link
  • Start Over
Close
If you have any questions, please contact Customer Service


POTYLDA 110F
2178 posts
1/18/2015 10:17 am

Last Read:
7/8/2015 4:29 pm

LO ÚNICO QUE HAY QUE DECIR DEL POETA ES SU POEMA, POR GUSTAVO ADOLFO QUESADA VANEGAS, COLOMBIA. TEXT



Como habrán percibido, a menudo suelo publicar textos que tratan de definir en qué consiste la maravillosa naturaleza del Poeta y su obra.
Aquí, uno más entre los tantos intentos por develar tan prodigioso misterio.
Besitos camorreros de

CECILIA



LO ÚNICO QUE HAY QUE DECIR DEL POETA ES SU POEMA, POR GUSTAVO ADOLFO QUESADA VANEGAS, COLOMBIA. TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R SALAS.

El poeta vive en, de, por y para las palabras que le desvelan el mundo. Pero cada palabra debe ser destilada y pulida, hasta quedar como una gota de diamante y, en este acto de hacerlas, la carne, la sangre, los dolores y amores, los sueños y las esperanzas del poeta le dan la materia prima y la forma final a dichas palabras. Lo demás es el lento y tenso fluir del mundo hacia la imaginación y, de ella, al lenguaje. De su percepción, al Universo; de su rabia, a la música y de su propio amor, al amor de todos.

Ese poema que nos deleita, que nos transporta a otro mundo no es sino un trozo de la biografía del poeta.

Mientras el poeta vive, sus poemas están plenos de su biografía y podemos leerla con exactitud matemática. Mientras el poeta vive, sus poemas tienen su carnadura y su sudor; sus miedos y sus alegrías su propio yo, caminos abiertos a su intimidad. Cada poemario es, entonces, un testimonio del hombre y de su pasión por el mundo convertido en lenguaje.

Cuando el poeta muere, se da el proceso inverso: la vida cotidiana, la mujer que lo amó y que lo deslumbró con su aire felino o maternal; la suerte de los desposeídos, las balas que fusilaban a los inermes; los sueños y las esperanzas, el erotismo que le mantenía tensas las rodillas es decir, su propia biografía, van lentamente desprendiéndose del verso, como si buscaran el refugio de su dueño y se marcharan con él. Cuando el poeta muere, separado de las contingencias, no hay más biografía del poeta que el poema. La palabra cobra su propia realidad: ahora pertenece al mundo. Lo único que queda del poeta sus palabras.

Así, el poema va quedando solo, propio de sí, atento únicamente a su fluir interno, a su diálogo íntimo. Cada poema es, entonces, como un ente agregado al mundo, una autonomía que dice lo que quiere decir, separado de quien humedeció sus manos de sudor, para hacerlo plenamente vivo.

Las palabras del poeta, todas, pero en particular las que tomaron forma de poema, pertenecen ahora al mundo. Hasta ayer eran él mismo. Desde hoy, él es su palabra. A partir de aquí, debemos comenzar un nuevo ejercicio: leer su poesía, sin que nos acosen su rabia, su deseo y su esperanza. Sus poemas andarán por las calles, dirán al oído de los amantes las palabras del deseo; al de los iracundos, la indignación por un mundo dominado por depredadores y, a todos, ahítos de una historia que se anuncia pero no comienza, nos recordarán con ironía que el espacio que en el poeta separa la vida de la muerte es la distancia entre un poema biográfico y una biografía poemada.




CECILIA


POTYLDA 110F
2043 posts
1/18/2015 10:19 am



A todo aquél que visita mi sitio le doy las gracias, pues aún sin conocernos, me honra con el privilegio de su lectura, de su atención y de su inapreciable tiempo.

Los invito afectuosamente a que enriquezcan mis notas con sus comentarios y a que continúen visitando mi espacio, que es también el suyo, lugar en donde siempre serán bienvenidos.

Saludos solidarios e istmeños de

CECILIA




CECILIA