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VALLE, AL DESNUDO, POR JESÚS FERRER, ESPAÑA. TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R SALAS.   VALLE, AL DESNUDO, POR JESÚS FERRER, ESPAÑA. TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R SALAS. "¡La noche de octubre! Dicen que de luna con un viento recio y saltos de mar. Bajo sus estrellas se alzó mi fortuna, mar y vientos recios me vieron llegar." RAMÓN DEL VALLE-INCLÁN Por increíble que pueda parecer, VALLE-INCLÁN, figura clave del MODERNISMO ESPAÑOL, PUNTAL DEL MÁS AVANZADO TEATRO EXPERIMENTAL, DINAMIZADOR CULTURAL DE TODA UNA ÉPOCA no contaba, hasta hace poco, con una biografía rigurosa. Las aproximaciones a su vida que pergeñaron MELCHOR FERNÁNDEZ ALMAGRO o RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA abundaban en una mitificación anecdótica y pintoresca del escritor, sin ahondar en sus auténticos valores personales y literarios. MANUEL ALBERCA, catedrático de Literatura Española en la UNIVERSIDAD DE MÁLAGA, ha conseguido con LA ESPADA Y LA PALABRA. VIDA DE VALLE-INCLÁN la definitiva fijación, seria y ponderada, de la atrabiliaria existencia del autor de LUCES DE BOHEMIA. En las primeras palabras del libro, su autor establece su objetivo: “La meta de esta biografía es clara y difícil de conseguir: trata de levantar un relato veraz, que saque al escritor de ese limbo de irrealidad en que lo han confinado.” Debido a un proceso de enmascaramiento de su personalidad, a cargo en buena parte del propio VALLE-INCLÁN, se imponía una labor de desmentidos, aclaraciones y concreción de hechos probados, que viniera a despojar su mixtificada silueta de bulos descabellados y absurdos infundios, todo ello sin olvidar la idiosincrasia de un personaje colérico, aunque no rencoroso; de ideología tradicionalista y simpatías republicanas; de entrañables amistades y pertinaces malquerencias; clásico y moderno… en suma, y como su ficticio alter-ego, el emblemático MARQUÉS DE BRADOMÍN, “(…)feo, católico y sentimental.” , muy a su manera. LA PÉRDIDA DE UN BRAZO Dichas contradicciones alimentaron una leyenda valleinclaniana, que ha lastrado la consideración literaria de su obra, limitándola al producto de un ocurrente transgresor intelectual. La presente biografía pretende, y lo logra, no sólo establecer la trayectoria vital de nuestro escritor, sino desmontar su fantaseada parafernalia de invenciones cotidianas y extravagantes peripecias. De esta suerte, queda documentado el incidente por el que pierde el antebrazo izquierdo: una pelea y el bastonazo que le propinara MANUEL BUENO -- con el que después le uniría una sólida amistad-- ; o se refieren los numerosos duelos de honor, lances y desafíos en los que se vería envuelto el biografiado, matizándose bien el carácter habitual y desdramatizado de esta decimonónica práctica. En LA ESPADA Y LA PALABRA. VIDA DE VALLE-INCLÁN podemos visualizar su adscripción artística y arcaizante al carlismo, su militancia algo irónica y escéptica en esta ideología tradicionalista, misma que se verá enfrentada a su postura aliadófila durante la PRIMERA GUERRA MUNDIAL o su oposición a la DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA, todo lo cual convivirá con su talante liberal, progresista y hasta anarquizante. Queda clara, igualmente, su fascinación por una concepción hidalga y caballeresca del pasado, encarada a la industrialización de la modernidad y su adscripción al realismo como estética. En las páginas de esta reciente biografía cae estrepitosamente el estereotipo de un VALLE-INCLÁN menesteroso, integrante de una desastrada bohemia, mostrándonos su digno acomodo social y hasta una cierta puntual prosperidad, derivada del reconocimiento --no siempre masivo o comercial--, de su actividad teatral. Aunque su particular apariencia iconográfica --largas barbas y melena--, podían acercarlo a una errónea dejadez indumentaria, nada menos cierto, ya que el autor de las COMEDIAS BÁRBARAS fue, ante todo, un dandy. ALBERCA bucea en los ancestros vagamente nobiliarios del escritor, --lo que tanto marcará sus idealizadas figuraciones heróicas y señoriales--, y detalla la importancia creativa de las tertulias de su tiempo, como la del CAFÉ REGINA, la que agruparía a señalados amigos y conocidos como ALFONSO REYES, LUIS ARAQUISTÁIN, CIPRIANO RIVAS CHERIF o MANUEL AZAÑA y el señalamiento realizado por este último, en el sentido de que “(…) para VALLE, la conversación era todo un género literario.” En la biografía que nos ocupa se destacan las significativas aficiones de VALLE: la esgrima o la equitación; su dedicación al ocultismo y a la parapsicología, disciplinas tan características del modernismo. También sale a relucir la importancia sobrevivencial de diversas asignaciones oficiales, empleos administrativos (momios en el argot popular), o sinecuras diversas con las que el biografiado sorteó la diaria intendencia de su familia, al igual que las sórdidas circunstancias de su divorcio, ya en las postrimerías de su vida. El libro hace referencia a la trascendencia literaria y personal de MÉXICO; su faceta como comprometido crítico de arte, admirador de JULIO ROMERO DE TORRES y SANTIAGO RUSIÑOL; a sus filias --BENAVENTE o MANUEL MACHADO--, y sus fobias --BLASCO IBÁÑEZ o LERROUX–; a su episódica enemistad con los jóvenes poetas de la GENERACIÓN DE 1927 y, sin excesivos datos porque apenas hay documentación al respecto, la sugestiva referencia a una hija secreta de VALLE, anterior a su relación y matrimonio con JOSEFINA BLANCO, actriz y madre de sus cinco hijos reconocidos. Con una metodología impecable, se manejan textos procedentes de la correspondencia valleinclaniana –interesantísimo su carteo con RUBÉN DARÍO y con ORTEGA Y GASSET–; extractos de las MEMORIAS de su esposa; impagables testimonios de época, con AZAÑA a la cabeza; o entrevistas de actualidad y hasta las palabras del irrepetible MARQUÉS DE BRADOMÍN, cuando afirma: “Es que hay dos clases de carlistas: los otros y yo. A los otros, ni los miro ni los trato.” Es muy probable que al terminar de leer esta monumental y rigurosísima biografía, el lector acudirá a las obras del biografiado, con la convicción de que ahora las leerá y comprenderá, de otra esclarecedora y decisiva manera. CECILIA |
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A todo aquél que visita mi sitio le doy las gracias, pues aún sin conocernos, me honra con el privilegio de su lectura, de su atención y de su inapreciable tiempo. Los invito afectuosamente a que enriquezcan mis notas con sus comentarios y a que continúen visitando mi espacio, que es también el suyo, lugar en donde siempre serán bienvenidos. Saludos solidarios e istmeños de CECILIA  CECILIA
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