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EL DECLIVE DE LA NOVELA POR MANU DE ORDOÑANA, ESPAÑA. TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R SA   EL DECLIVE DE LA NOVELA POR MANU DE ORDOÑANA, ESPAÑA. TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R SALAS. La novela es un género que se ha ido transformando desde su nacimiento en la Antigüedad, para solaz de una clase alta al principio, hasta llegar más tarde a todos los niveles de la sociedad. El problema es que el ser mutante ha sido el lector y no siempre el autor ha seguido sus pasos. Ésa es la cuestión: ¿Debe el escritor olvidarse de su público y alumbrar su pensamiento, o tiene que halagarlo y servirle lo que él quiere recibir? (En las más recientes novelas actuales…) Están de moda las tramas fluidas, los personajes exóticos y al borde del precipicio; las pasiones al límite, mucho diálogo, descripciones breves y finales angustiosos. El lector perezoso se inclina por comprar ese tipo de novelas, de las que se dice que “enganchan”, pero que cuentan con un dudoso valor literario; , además, las que gozan de un mayor empuje publicitario y las que se constituyen en la esperanza de la industria editorial, ya que la aparición de dos o tres best-seller al año les ayuda a salvar el ejercicio. ¿Es eso lo que tiene que hacer un escritor comprometido? Que cada uno escoja su camino. Actualmente, la novela ha perdido influencia como vehículo para transmitir cultura, pues las series de televisión han mejorado su técnica narrativa y llegan más fácilmente al gran público, que no quiere leer libros muy trabajados, sino historias entretenidas. La novela ha descuidado su contenido intelectual, la Literatura ha dejado de ser el motor que proporciona movimiento al cambio social y se ha retirado hacia el cubil de las élites: “A diferencia de lo que suele pensarse, la novela es un género de minorías; las mayorías prefieren el mundo de la realidad tangible, el del espacio privativo de la imagen.”, ha afirmado VARGAS LLOSA. (En ESPAÑA…) “Unos optimistas y piensan que la novela pervivirá y resurgirá con nuevos bríos, aunque no saben cuándo. JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS se pregunta, en el SUPLEMENTO BABELIA de EL PAÍS: “¿Tiene futuro la novela?”, y JOSÉ CARLOS MAINAR le contesta: “Ha funcionado durante varios siglos, no tenemos por qué dudar de que lo siga haciendo.” Lo mismo le responde GOYTISOLO: “No es un cataclismo, sino una evolución; no hay causas internas, es un cambio de hábitos sociales.” No hay duda de que en ESPAÑA la industria editorial está pasando por un mal momento: la caída de las ventas, la irrupción de las multinacionales, la transformación de lo analógico a lo digital y, encima, la crisis económica que hace doler al bolsillo del lector. Sí, eso hay que comprenderlo, aunque todo esto no le exime de culpa. Los editores no han sabido adaptarse a los nuevos tiempos, por lo que los más débiles están ya condenados y los más fuertes aguantan como pueden. Pero no sólo hay que culpar al sector empresarial, sino también a los escritores. El talento no ha mejorado, el estilo narrativo es el mismo, la inventiva está por los suelos, el artista está desmotivado y no siente el aliento de la innovación. Los autores tendrían que recuperar la ilusión, la novela tendría que renovarse, adentrándose en nuevos caminos. Hay muchas formas de hacerlo, sólo falta la ilusión… y el apoyo de editores audaces, capaces de comprometerse y liderar ese cambio. También es cierto que si el futuro es lo digital, la lectura de un libro dejará de ser una actividad solitaria, para convertirse en un acto social. La lectura será interactiva. Compartir la experiencia nos ayudará a descubrir libros afines, los que gustan a la mayoría. Así, los papeles del prescriptor, del editor tradicional y del crítico literario tenderán a desaparecer, pues lo que privará será el boca a boca, la mediocridad y la implantación del no esfuerzo. Si esto es así, no cabe duda de que muchos escritores se van a quedar fuera del pastel. Y mientras tanto, una inmensa mayoría continuará dejando de pensar; las teorías neoliberales seguirán avanzando, las libertades democráticas irán retrocediendo y los políticos continuarán frotándose las manos… nadie los quiere, pero ellos siguen disponiendo. CECILIA |
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A todo aquél que visita mi sitio le doy las gracias, pues aún sin conocernos, me honra con el privilegio de su lectura, de su atención y de su inapreciable tiempo. Los invito afectuosamente a que enriquezcan mis notas con sus comentarios y a que continúen visitando mi espacio, que es también el suyo, lugar en donde siempre serán bienvenidos. Saludos solidarios e istmeños de CECILIA  CECILIA
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