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POTYLDA 110F
2178 posts
12/2/2015 1:49 pm

Last Read:
1/17/2016 9:19 pm

VIVENCIAS PARA EL RECUERDO, POR CECILIA R SALAS.



A propósito de festejarse el 1 de diciembre el DÍA DEL MAESTRO en PANAMÁ, comparto con Uds. una serie de experiencias que vivencié durante los 30,5 años que ejercí el magisterio y que, a la fecha y con frecuencia, me las hacen recordar mis exalumnos, cuando coincidimos en lugares públicos, como me ocurrió ayer con uno de ellos, en un supermercado.

CECILIA



VIVENCIAS PARA EL RECUERDO, POR CECILIA R SALAS.

No sé si algunos/as de Uds., que fueron y/o docentes les suceda igual, pero muy a menudo me encuentro con exalumnos/as solos/as o acompañados/as de sus respectivas familias, que se acercan a saludarme, convertidos/as en hombres y mujeres de bien, productivos/as y responsables.

Sinceramente, a la mayoría no los/las recuerdo, pero ellos y ellas a mi sí. Por un misterioso mecanismo de mi memoria, suelo recordar a los/las estudiantes que rendían mejores resultados académicos y a los/las más díscolos/las e indisciplinados/as. Luego de los saludos de rigor, invariablemente y con una sonrisa de oreja a oreja y un brillo de picardía y cariño en sus ojos, me recuerdan los llamados de atención y consejos que, al mejor y exagerado estilo humorístico chitreano y monagrillero, les solía guitarrear, pertenecieran o no a mi grupo de Consejería.

Se desternillan de la risa, igualmente, cuando recuerdan los pregones (Grrr…, “Carapálida no entender… viento llevar señal humo.”, “¡Superior!”, “Bwana no escuchar tambor.”, “¡Lo Máximo!”, "¡Fuchi!", “¿Se te dañó el ábaco?”, “Tarzán no entender Chita.”, “¡Guácala!”, “¿Te falló el ojo biónico?”, “¡¡Horrible!!”, “¿Eres, te haces o quieres ser?”) , así como las caritas tristes, furiosas o felices que yo solía dibujar en sus ejercicios y pruebas, aunque ellos y ellas ya contasen con 18 años y más. Lo que nunca sospecharon es que yo disfrutaba enorme y disimuladamente, cuando los/las veía formar grupos y reírse, mientras comparaban qué ñamería les había escrito, a cada uno/una.

Para los/las más distraídos/as siempre utilicé un remedio infalible, cuando descubría que no habían escrito sus nombres en los laboratorios, asignaciones en casa, ejercicios y/o pruebas que entregaban. El mismo consistía en anotar entre signos de interrogación y en el espacio destinado para ello, los nombres de los y las protagonistas de las novelas televisivas que estuviesen transmitiendo en esas fechas, acompañados de un “Por favor, búscame con este documento, pues no sé quién eres. Grrr…” He perdido la cuenta del número de Juan del Diablo, Colorina, Ramona, Alejandro de Asís, Betty la Fea, María la del Barrio, Rosa Salvaje, etc., etc., que se me aproximaron -- una única vez y con papeles en mano--, para que les registrase sus notas, en mi libreta de calificaciones.

Con suma frecuencia, mis exalumnos/as me dicen: "Ud. se ve igualita." o "Ud. se conserva muy bien." Ayer, el exalumno con el que me encontré, nada vez verme me expresó: "Jo, Profe, Ud. parece que se pasara todo el tiempo metidita dentro de un refrigerador. Está igual a como cuando me daba clases." Yo le respondí lo que suelo decirle a tod@ el / la que me comenta cosas relativas a mi edad y aspecto : “Te aseguro que aunque soy alquimista, no uso ni formaldehído, ni alcohol y menos refrigeración, para lograrlo.” (Risotadas por ambas partes).

Haciendo remembranzas, no puedo olvidar aquella noche en la que, al finalizar una actividad cultural en las cercanías del Teatro Nacional, alguien reconoció mi voz en la oscuridad, mientras yo le comentaba a mi acompañante que “(…) estaban utilizando un ábaco en la garita de cobros (…)”, ante la demora en la fila de salida de los carros aparcados en el estacionamiento. Un exalumno y su esposa, --según él me explicó después--, bajaron de su auto y se aproximaron a saludarme. Él me comentó que había estudiado Ingeniería Química Industrial en el exterior y que se encontraba trabajando en una empresa de cítricos. Antes de despedirse y sonriendo, me confió: “Nada más con escuchar la voz y el comentario, supe que se trataba de Ud. y uno de sus pregones.”

¿Cómo poder olvidar la vez que otro exalumno, médico del hospital en donde habían sometido a una cirugía mayor a mi madre, al leer su nombre en la cuadrícula y constatar el grado de parentesco conmigo, le advirtió a mi mamá que no permitiera que nadie del personal hospitalario le tocase la herida, pues él se ocuparía personalmente de acudir todos los días a realizarle las curaciones, para evitarle complicaciones postoperatorias? Está de más añadir que él cumplió fielmente su promesa, con excelentes resultados para el estado general de salud de mi progenitora.

Como pueden observar, estimados/as lectores/as, estas vivencias reafirman y refuerzan mi creencia irreductible de que en esta Vida todo lo que uno envía, entrega, brinda y da, nos es devuelto con creces y que el buen humor es un lenguaje universal que lima asperezas, y se constituye en una agradable y eficiente forma de confrontar los avatares a los que nos enfrenta esa misma Vida.









CECILIA


POTYLDA 110F
2043 posts
12/2/2015 2:13 pm



A todo aquél que visita mi sitio le doy las gracias, pues aún sin conocernos, me honra con el privilegio de su lectura, de su atención y de su inapreciable tiempo.

Los invito afectuosamente a que enriquezcan mis notas con sus comentarios y a que continúen visitando mi espacio, que es también el suyo, lugar en donde siempre serán bienvenidos.

Saludos solidarios e istmeños de

CECILIA




CECILIA