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POTYLDA 110F
2178 posts
6/8/2016 3:41 pm

Last Read:
6/8/2016 3:43 pm

LA VISITA AL GINECÓLOGO, ANÓNIMO. TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R SALAS



La prisa del día a día que nos acompaña a miles de millones de amas de casa, en ocasiones la causa de situaciones como las que narra el presente texto y ante lo cual sólo nos resta apechugar y lanzar una estruendosa carcajada.

CECILIA



LA VISITA AL GINECÓLOGO, ANÓNIMO. TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R SALAS

Una mañana, a la hora del desayuno, recibí la llamada de la recepcionista de mi Ginecólogo, informándome que mi consulta estaba programada para ese mismo día, a las 9:30 a.m. Por supuesto que entré en pánico, pues eran las 8:45 a.m. y no tenía ni un minuto que perder.

Como considero que todas las mujeres ponemos especial atención a nuestra higiene íntima, aún más cuando se trata de acudir a una cita con el Ginecólogo, aunque pretendí tomar una ducha, decidí que no me alcanzaba el tiempo disponible para hacerlo, por lo que entré al baño y despojándome del camisón logré alcanzar una toallita limpia y doblada que se encontraba al borde de la bañera.

Humedecí la toallita y con sumo cuidado la hice pasar por las partes más íntimas de mi anotomía, para asegurarme de que las mismas quedaran lo más limpias posible.

Terminé de arreglarme y con mucha prisa me dirigí hacia el consultorio del médico, en donde en poco tiempo me hicieron pasar, para realizarme el examen de Papanicolaou programado.

Como conozco el procedimiento, sin ayuda de la enfermera me acomodé de espaldas en el borde de la camilla, cerré los ojos e intenté imaginarme – como siempre hago en estas ocasiones--, a 1,000 Km de la misma, en algún hermoso lugar del Caribe.

Sorprendida, escuché la voz del Ginecólogo, cuando me decía:

--- “¡Ah, caray! Hoy hizo un esfuerzo extra para verse más bonita.”

Sin comprender su cumplido, me limité a sonreír…

De regreso en casa, me ocupé, como todos los días, de realizar los quehaceres domésticos.

En la tarde, luego de realizar sus deberes escolares, mi pequeña hija de 6 añitos se disponía a jugar, cuando escuché su voz preguntándome desde el baño:

--- "Mamá, ¿en dónde está mi toallita?”

--- “No lo sé. Toma una limpia de las que hay en el closet.”, fue mi respuesta.

--- “No, mami. No quiero una de esas, si no la que estaba doblada sobre el baño, con mi diamantina, mis brillitos y mis calcomanías de estrellitas doradas y plateadas…”




CECILIA


POTYLDA 110F
2043 posts
6/8/2016 3:42 pm



A todo aquél que visita mi sitio le doy las gracias, pues aún sin conocernos, me honra con el privilegio de su lectura, de su atención y de su inapreciable tiempo.

Los invito afectuosamente a que enriquezcan mis notas con sus comentarios y a que continúen visitando mi espacio, que es también el suyo, lugar en donde siempre serán bienvenidos.

Saludos solidarios e istmeños de

CECILIA




CECILIA