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UNA LECCIÓN DE INOCENCIA, POR HÉCTOR ROJAS HERAZO, COLOMBIA. VERSOS SELECCIONADOS POR CECILIA R SALA  “VINCENT VAN GOGH pinta una silla de madera y paja sobre la que deposita su vieja pipa y su rollo de tabaco; al fondo podemos contemplar una caja -- en la que estampa su firma --, de la que salen brotes de cebolla, para reafirmar su sencillez. El artista ha empleado una perspectiva elevada para su silla, perfectamente dibujada al marcar las líneas de los contornos con un fuerte trazo de color oscuro, siguiendo el cloisonnismo de los simbolistas. Toda la perspectiva se anula con la pared del fondo, pintada en tonos azules, mientras que el suelo embaldosado recuerda al Quattrocento. Precisamente ese suelo está contemplado desde otra perspectiva, mezclando diferentes puntos de vista, como hacía DEGAS. Las pinceladas empleadas por VINCENT no tan vigorosas como en otras obras suyas; sin embargo, en la zona del suelo se puede apreciar el empaste de color, igual que en secciones de la pared y las patas de la silla. Con respecto a los tonos utilizados, los preferidos por el pintor: amarillos y azules predominan en una composición llena de melancolía y tristeza (…)” Hasta aquí, un FRAGMENTO DE LA RESEÑA DEL SITIO ARTE HISTORIA, SOBRE EL CUADRO LA SILLA DE VAN GOGH, pleno de la percepción y del conocimiento erudito de quien domina a profundidad la teoría pictórica acerca del por qué, el cómo y con qué se confecciona un cuadro, según las diversas escuelas y/o tendencias a las cuales pertenezca su autor. A continuación, el poema resultante luego de que el ojo que ve logra hacer pasar dicha información por el fino tapiz de la individual percepción y sensibilidad del que observa y escribe, y la devuelve en forma de esenciales y vivenciales versos, que dan fe del valor universal y cultural de una sencilla silla… CECILIA   UNA LECCIÓN DE INOCENCIA, POR HÉCTOR ROJAS HERAZO, COLOMBIA. VERSOS SELECCIONADOS POR CECILIA R SALAS POEMA UNA LECCIÓN DE INOCENCIA Van Gogh pintó una vez El retrato del mundo. Allí estaba todo: las flores que se abren y las puertas que se cierran, los días del llanto y los días de oro, los senderos y los sueños, los ramajes y las palomas. También un niño mirando dos amantes y también la hora del nacimiento y la muerte de cada hombre. Para lograr ese retrato, Van Gogh no tuvo sino que pintar una silla. CECILIA |
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Estimad@ lector/a y visitante: Les agradezco a tod@s su visita a mi sitio, y el haberme honrado con su presencia durante el pasado año, así como el empleo de su inapreciable tiempo, en la lectura del material publicado en el mismo. Tan sólo me gustaría conocer, con más frecuencia, sus necesarios y valiosos comentarios con respecto a los contenidos de mis envíos, como una fórmula que me serviría para evaluar si lo publicado cumplió o no con los objetivos que me animaron al editarlo. Aprovecho la ocasión para desearles mucha salud, amor, paz, felicidad, prosperidad y éxitos laborares y profesionales, que puedan compartir con sus seres queridos, durante el nuevo año que recién inicia. CECILIA CECILIA
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