Close Please enter your Username and Password
Reset Password
If you've forgotten your password, you can enter your email address below. An email will then be sent with a link to set up a new password.
Cancel
Reset Link Sent
Password reset link sent to
Check your email and enter the confirmation code:
Don't see the email?
  • Resend Confirmation Link
  • Start Over
Close
If you have any questions, please contact Customer Service


POTYLDA 110F
2178 posts
8/8/2018 1:08 pm

Last Read:
8/8/2018 1:15 pm

LA LEYENDA DE LA FLOR DE IRUPÉ, TRADICIÓN GUARANÍ.TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R SALAS






LA LEYENDA DE LA FLOR DE IRUPÉ, TRADICIÓN GUARANÍ. TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R SALAS

Entre los jóvenes de la tribu, PITÁ era el más valiente, el más fuerte, el más audaz… el más enamorado. Todo su coraje se rendía a los pies de la hermosa MOROTÍ.

La muchacha estaba muy orgullosa del amor de PITÁ y del poder que ejercía sobre él, jactándose de la pasión que le había inspirado, capaz de transformar al joven guerrero en un juguete de sus caprichos.

Cierto día que paseaba con sus amigas por las orillas del PARANÁ, los vientos y las lluvias recientes habían provocado una peligrosa crecida y las aguas del río bajaban torrenciales. En ese momento, MOROTÍ observó cómo se acercaba su fiel PITÁ y quiso demostrar ante las otras muchachas todo lo que el guerrero estaba dispuesto a hacer por ella. Sin pensarlo dos veces, MOROTÍ se desembarazó de uno de sus brazaletes de oro y lo arrojó a las enfurecidas y turbias aguas, diciendo:

-¡PITÁ, mi brazalete!

Y esto fue suficiente para que el muchacho se lanzara al río, tras el brillante objeto. Como cualquier guerrero guaraní, el joven era un excelente nadador, que conocía muy bien los riesgos y las jugarretas del PARANÁ y de sus traicioneras aguas , por lo que hubiese podido salir airoso de la prueba. Pero ÑANDÉ YARÁ, el GRAN ESPÍRITU, había dispuesto castigar la superficialidad y vanidad de MOROTÍ.

Así y por unos segundos, el grupo vio cómo asomaba sobre las aguas la cabeza de PITÁ, para volver a desaparecer, atrapada por un remolino, para siempre.

MOROTÍ y sus amigas no podían creer lo que habían visto y procedieron a recorrer la orilla río abajo y río arriba, convencidas de que PITÁ les estaba jugando una broma. Primero, gritaron su nombre con todas sus fuerzas y, luego, con desesperación. Pero no se trataba de un juego. Cayó la noche y PITÁ no volvió a la tribu.

MOROTÍ estaba enloquecida de dolor, convencida de que por su capricho y tonto orgullo, PITÁ había muerto ahogado.

El CHAMÁN de la tribu consultó a los dioses y obtuvo otra respuesta: PITÁ no estaba muerto. I CUÑÁ PAYÉ, la HECHICERA DE LAS AGUAS, lo retenía en su palacio del fondo del río, envuelto en sus redes de un brujo amor.

Desesperada y arrepentida, MOROTÍ se ató al cuello una enorme piedra y, antes del amanecer, cuando nadie podía detenerla, se arrojó al río. Una de sus amigas, que la había seguido, al verla desaparecer entre las turbulentas aguas, pidió ayuda a gritos.

Cuando los alertados hombres y mujeres del pueblo guaraní acudieron al río, vieron surgir de las aguas una enorme y extraña flor, que nunca antes habían visto: era hermosa y su perfume, delicioso. Los pétalos del centro eran blancos, como la pureza de la linda MOROTÍ, y los del exterior eran rojos, como la sangre bravía y enamorada de PITÁ.

De esta manera, el GRAN PADRE TUPÁ había perdonado la locura de los dos jóvenes y había unido para siempre las almas de los enamorados, en la FLOR DEL IRUPÉ…




CECILIA


POTYLDA 110F
2043 posts
8/8/2018 1:11 pm



A todo aquél que visita mi sitio le doy las gracias, pues aún sin conocernos, me honra con el privilegio de su lectura, de su atención y de su inapreciable tiempo.

Los invito afectuosamente a que enriquezcan mis notas con sus comentarios y a que continúen visitando mi espacio, que es también el suyo, lugar en donde siempre serán bienvenidos.

Saludos solidarios e istmeños de

CECILIA




CECILIA