Close Please enter your Username and Password
Reset Password
If you've forgotten your password, you can enter your email address below. An email will then be sent with a link to set up a new password.
Cancel
Reset Link Sent
Password reset link sent to
Check your email and enter the confirmation code:
Don't see the email?
  • Resend Confirmation Link
  • Start Over
Close
If you have any questions, please contact Customer Service


POTYLDA 110F
2178 posts
3/31/2019 7:49 pm

Last Read:
3/31/2019 7:55 pm

ME HABLASTE A TRAVÉS DE ELLOS POR DAVID C RÓBINSON O, PANAMÁ









ME HABLASTE A TRAVÉS DE ELLOS, (Una poética envuelta en luz y lágrimas), POR DAVID C RÓBINSON O, PANAMÁ.

Aún no me acostumbro a tus silencios, tus misterios, ni a tus esfinges. Tantos años persiguiéndote y no me hablas directamente, siempre buscas mediadores.

¿Escribirme? ¿Representarme con palabras? ¿El gran secreto a develar siempre será el propio? ¡Ah! Es decir, que rasgar el velo es obligatorio.

Volviste a tu idioma bello y misterioso. Siempre hermoso.

En estos años en que te he estado buscando, encontrado y vuelto a perder, he entendido que eres la guerrera que asalta espíritus, los exprimes, les sacas tinta y con ella haces algo más que manchar una página. ¿Será que con esa tinta purificas lo recóndito de cada ser?

Eso es lo que me haces todos los días. Me choco con tu silencio, con tu cordial y cercana lejanía. Así eres, poesía, una atrevida que se anuncia tras la puerta y que nunca acepta la invitación a pasar, a sentarse cómodamente en el sofá de la sala, a tomar una infusión de canela. Así eres, la que prefiere que abra la puerta y corra tras de ti.

Me estremeces, poesía, estremeces mi apatía. Sé que nunca eres neutral, jamás buscas ser objetiva. Nadie te puede acusar de ser un témpano de hielo. Por el contrario, eres el mismo volcán que nos trae el mensaje de lo profundo.

Es muy conocido aquel adagio que reza así: “una imagen vale por mil palabras”, pero una vez escuché a un amigo aseverar que: “si una imagen vale por mil palabras, mil palabras provocan un millón de imágenes”. Una cascada de imágenes provocando palabras, y palabras provocando imágenes; una cascada que no para.

Alguna vez, querida fugitiva, te he alcanzado, rodeado con mis brazos y besado tus labios. Tú me has correspondido.

Comprendo que esto es lo que me queda, después de tanta fatiga: ser testigo, ser silencio, ser el que escucha. Y escuchando le di la bienvenida a una forma especial de sapiencia. Siempre reducimos el conocimiento a lo racional, al uso de la corteza cerebral y desdeñamos al resto del encéfalo, ese que no acabamos de entender.

Buena brújula eres pues guías a tus adeptos hasta el nido de lo imposible. Y es que de eso se trata, precisamente: de tomarle la mano al imposible, saltar la soga juntos y descubrir tu magia.

Eso es el oficio literario: poner una palabra al lado de otra, una tras otra; unas cuantas, no muchas, y con esos pocos vocablos ordenar un nuevo universo, nacido desde el caos del más profundo rincón del poeta.

No es fácil tal aventura. Es la eterna pregunta. La larga inquietud. La del poeta que busca y busca. Y en esa búsqueda, donde el premio es hallar lo buscado y dejarlo ir, la misma búsqueda se convierte en tibio hogar. ¡Linda paradoja!

Descubrir, conocer, entender, comprender, asumir. Así transcurren las horas del poeta; así, hasta que la poesía se adueña de su vida. Pertenecerte a ti, poesía, es caminar en una dirección específica: la de los valientes que, llenos de coraje, se atreven a profundizar en ellos mismos.

Y hay que regresar a escuchar, abrir los oídos, los conectados al cerebro y los otros, los conectados al alma. Y dejarse llevar por la música. Uno se convierte así en caja de resonancia, desde donde las sinfonías alzan el vuelo, en espejo; desde donde el arco iris dobla el cielo. Ese es el compromiso del poeta.

Sé, y lo sé muy bien, que se puede respirar, caminar y haber perdido la vida, pero ¿acaso un poema podría restituirla? ¿Tanto poder tienen unas palabras colocadas con especial cuidado, en un orden exclusivo? De acuerdo al poeta cubano Roberto Manzano, la poesía ordena las emociones, y así visto el asunto, la muerte sería la entropía emocional y la vida, la claridad emotiva.

Tú, amiga, no permites encontrar ese albor en el mismo espacio sensible utilizado ayer, siempre que se esté dispuesto a viajar contigo. ¿A dónde? Esa no es la pregunta. ¿Cómo? Esa sí que lo es, con los ojos del alma abiertos y prestas las redes de la mente.

Ese viaje conlleva sus peligros. Quien acepte acompañarte tendrá que enfrentar al más aguerrido de los guerreros. Un instante sin ser vencido por ese cruel sicario, es un momento ganado para la vida; herido, sí, perder de vista la victoria, nunca.

Pero caminar a tu lado es deambular por rutas dulces y vías amargas. Por ti, poesía, crecemos, sin embargo, nunca seremos tus dueños; muy por el contrario, tú eres la ama. Aunque, pensándolo bien, tiene sus ventajas no ser tu patrón. Los señores, muchas veces, usan antifaces para amedrentar y así no perder los títulos que les concede su poder, ya que las caretas impiden el mutuo descubrimiento.

Al final, lo único que importa, ¿qué es lo único que importa? Al final, lo importante es ser. Al final, lo único que importa, lo que de verdad es importante, es que te invoquemos y que tú nos respondas, amada poesía.





CECILIA


POTYLDA 110F
2043 posts
3/31/2019 7:54 pm




A todo aquél que visita mi sitio le doy las gracias, pues aún sin conocernos, me honra con el privilegio de su lectura, de su atención y de su inapreciable tiempo.

Los invito afectuosamente a que enriquezcan mis notas con sus comentarios y a que continúen visitando mi espacio, que es también el suyo, lugar en donde siempre serán bienvenidos.

Saludos solidarios e istmeños de

CECILIA




CECILIA