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POTYLDA 110F
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8/22/2020 1:33 pm

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8/22/2020 1:50 pm

MUERE MERCEDES BARCHA, LA MUJER QUE HIZO POSIBLE EL ÉXITO DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ, POR CAMILA OSOR







MUERE MERCEDES BARCHA, LA MUJER QUE HIZO POSIBLE EL ÉXITO DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ, POR CAMILA OSORIO. TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R SALAS

La esposa del NOBEL DE LITERATURA ha fallecido en MÉXICO, el pasado
sábado 15 de agosto del año en curso, a los 87 años.

Entre las miles de leyendas e imágenes literarias que el Nobel de literatura GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ hizo famosas en sus 87 años de vida, una de sus más conocidas incluía a su esposa, MERCEDES BARCHA.

Contaba que ella empeñó varios electrodomésticos para poder enviar por correo la novela que lo universalizó.

La pareja estuvo casada durante 56 años y tuvieron dos hijos, RODRIGO y GONZALO. Su esposo se encargó de hacer famoso el nombre de ella durante años, porque si bien él pudo dedicarse a tiempo completo a las letras, no lo hubiese logrado sin el trabajo administrativo y los cuidados que ella le prodigó.

El día en que el escritor terminó el manuscrito de CIEN AÑOS DE SOLEDAD, en los años sesenta, él y su esposa fueron al Correo en MÉXICO, para enviarlo a la editorial en ARGENTINA que se mostraba interesada en el libro.

Un funcionario de Correos pesó el manuscrito y dijo que el envío costaría 83 pesos, pero MERCEDES -—que era la administradora de la familia— dijo que no tenía más que 45. Los dos decidieron enviar entonces tan sólo la mitad del manuscrito, la parte que podían pagar, y se quedaron con la otra mitad, con la esperanza de enviarla después.

“Entonces nos fuimos a la casa, y MERCEDES sacó lo último que faltaba por empeñar”, contó GABO. Empeñó el calentador, su secador de pelo, la batidora, y así lograron enviar el resto de la novela que hizo legendario a su esposo.

“Ahora, lo único que falta es que la novela sea mala”, le dijo entonces, enojada.

“Su personalidad era única: una mezcla singular de inteligencia absoluta, fortaleza de carácter, pragmatismo, curiosidad, sentido del humor y hermetismo”. , expresó en un comunicado de condolencia, JUSTO ABELLO BANFI, DIRECTOR GENERAL DE LA FUNDACIÓN GABO.

“Querida Mercedes, que fuiste polo a tierra, jamás te olvidaremos. Tu recuerdo nos inspirará”., ha expresado ABELLO BANFI.

Aunque siempre se encargó de que funcionara la vida doméstica, MERCEDES BARCHA también era devota de la literatura y leía los manuscritos de su esposo, antes de que muchos de los amigos del NOBEL lo hicieran.

En una oportunidad, GABO dijo que cuando estaba terminando CIEN AÑOS DE SOLEDAD, la crítica que más le preocupaba era la de su pareja. “La expresión en su cara me aseguró que el libro iba por el camino correcto”.

De los esfuerzos de MERCEDES por escribir, poco se sabe, aunque en los archivos de GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ existentes en la UNIVERSIDAD DE AGUSTÍN, TEXAS, se guarda un corto texto que ella redactó a los 15 años, para un periódico estudiantil.

Se trata de un elogio al enorme RÍO MAGDALENA, COLOMBIA, que empieza en las montañas de los Andes y desemboca en el mar Caribe, en donde lo llama “un tesoro” imposible de retratar.

“Considero como un átomo lo que mi pluma pueda escribir sobre esta larga y majestuosa corriente”, decía en aquel texto de 1947.

"Los padres de MERCEDES eran amigos de los padres de GARCÍA MÁRQUEZ”, cuenta GUSTAVO TATIS, biógrafo de GGM y autor del libro LA FLOR AMARILLA DEL PRESTIDIGITADOR. Ella tenía 9 años y él 12 cuando se conocieron, “y GARCÍA MÁRQUEZ tuvo la clarividencia, desde muy temprano, acerca de que esa sería la mujer que lo acompañaría durante toda la vida”.

MERCEDES luego pasaría a inspirar varios de los personajes de GABO en novelas como CIEN AÑOS DE SOLEDAD, EL OTOÑO DEL PATRIARCA y EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA, que estaba dedicado a ella.

“Era una especie de ÚRSULA IGUARÁN”, recuerda TATIS ; “una gran mujer, detrás del genio de GARCÍA MÁRQUEZ”.

JON LEE ANDERSON, periodista de la revista THE NEW YORKER y amigo de MERCEDES, recuerda que ella era una persona parca, de pocas palabras, pero que hablaba eufemísticamente y con sabiduría.

“Cuando yo escribí un perfil sobre GABO, en 1999, entendí que sólo con la aprobación de ella lograría acceder a él”, dice ANDERSON que, al igual que otros amigos de MERCEDES, la recuerda en ese su papel protector del escritor.

“Cuando la conocí en BOGOTÁ y hablamos, sin decírmelo, sentí que ella me había dado la aprobación para que yo pudiera acercarme a él”.

Los amigos de GABO fácilmente eran también los amigos de MERCEDES, y ella opinaba cuáles debían estar más cerca y de cuáles debían tomar distancia.

En el artículo de ANDERSON, cuando éste habla con GABO sobre su esposa, el NOBEL le cuenta que tenía una teoría: “que FIDEL CASTRO, amigo del escritor, en realidad confiaba más en MERCEDES que en él.

“Siempre fue una mujer muy reservada; ella jugó muy bien su papel de ser un muro de contención frente a GABO”, recuerda otro de sus amigos cercanos, el escritor nicaragüense SERGIO RAMÍREZ.

Otra de las personas que logró pasar ese muro fue ZHEGER HAY, militante de izquierda en COLOMBIA, exiliada en MÉXICO en los años ochenta y que conoció a MERCEDES allí, poco después de su llegada.

“Ella siempre tuvo una vida muy discreta y sin alardes”, recuerda HAY. MERCEDES, dice su amiga, dedicaba sus días a cuidar de las casas de la familia en CARTAGENA o CIUDAD DE MÉXICO, y se mantenía constantemente informada acerca de las últimas noticias políticas, aunque se cuidaba de no compartir su opinión públicamente.

“MERCEDES era una tele adicta a las noticias; vivía muy enterada de todo”, dice HAY. “Pero tenía un sentido especial de la discreción, porque ella sabía muy bien que GABO era su marido y que, por eso, cualquier cosa que ella dijera se podía convertir también en noticia”.

Aunque cálida con sus amistades, MERCEDES decidió que no quería ser una figura pública que hablara constantemente en los medios sobre su esposo o su vida familiar y, por eso, la mayor parte de lo que se sabe de ella es a través de las palabras de su marido.

Pero ningún hombre de letras puede dedicarse a la literatura sin una comunidad íntima que lo sostenga.

Con su partida, MERCEDES nos recuerda que hoy no existirían CIEN AÑOS DE SOLEDAD, ni El AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA, sin una mujer como ella.







CECILIA


POTYLDA 110F
2043 posts
8/22/2020 1:50 pm

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