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LA CASA DE LOS ABUELOS, CRÉDITOS: A QUIEN CORRESPONDAN. TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R S  Una sensible evocación de esos recuerdos que casi todos atesoramos en la memoria de nuestros corazones: la casa de los abuelos. CECILIA 👵🏻🧓🏻❤️🏡❤️🏡 ❤️👵🏻🧓🏻  LA CASA DE LOS ABUELOS, CRÉDITOS: A QUIEN CORRESPONDAN. TEXTO SELECCIONADO Y EDITADO POR CECILIA R SALAS. Pienso que uno de los momentos más tristes de nuestras vidas llega cuando se cierra para siempre la puerta de la casa de los abuelos. A ellos debemos los encuentros con todos los miembros de la familia; esas tardes colmadas de alegría con la presencia de tíos, primos, nietos, sobrinos, padres, hermanos e, incluso, novios y novias pasajeros que se enamoran inmediatamente del ambiente que allí se respira. Al llegar a esa calle, saludas a todos los que te encuentras, sean conocidos o no, porque las personas de la calle de tus abuelos tu gente, tu pueblo. La casa de los abuelos siempre está colmada de sillas y asientos, ya que nunca se sabe si un primo traerá a la novia, a un amigo o al vecino… allí todo el mundo es bienvenido. Es en esas tardes que enaltecen su linaje, cuando se juntan todos, como si de una familia real se tratase, y llevando siempre como noble emblema a los abuelos, los responsables de todo. Para las festividades de fin de año no hace falta salir a sitios públicos para divertirse, porque estar en la casa de los abuelos es lo que toda la familia necesita para sentirse feliz; no obstante, con la llegada de una nueva Navidad y Año Nuevo no dejas de preguntarte si será esa la última vez que contarás con ellos. El año pasa, mientras las nuevas generaciones esperamos con expectación disfrutar de esos momentos y, sin darnos cuenta, pasamos de ser los niños que abren sus regalos, a sentarnos como adultos en la misma mesa, para jugar desde la hora del postre del almuerzo, hasta el aperitivo de la cena, porque cuando se está en familia el tiempo pasa inadvertidamente. Cuesta aceptar que todo tenga una fecha límite, que algún día todo estará cubierto de polvo, y que las risas serán tan sólo un recuerdo de tiempos felices. Cerrar la casa de los abuelos es decir adiós a las canciones con la abuela y a los consejos del abuelo; es dejar de recibir al dinero que, a escondidas de tus padres, te regalan, como si de un acto ilegal se tratase; es cesar de llorar de la risa por cualquier bobería y llorar por el dolor causado por la ausencia de los que se fueron demasiado pronto. Si tienes la invaluable oportunidad de llamar a la puerta de esa casa y que todavía uno de esos seres queridos la abra, debes aprovecharla cada vez que puedas, porque entrar ahí, ver a tus abuelos y compartir con ellos un abrazo y un beso es una de las sensaciones más cálidas que puedes sentir en la vida. Si ahora te corresponde ser abuelo, no pierdas la ocasión de abrir las puertas de tu casa a tus hijos y nietos; celebra con ellos el humano e inapreciable don de la familia, porque sólo en familia todos encontrarán el espacio oportuno para vivir y compartir el misterio del amor hacia los más cercanos y por los que te rodean. ¡DISFRUTEN Y APROVECHEN LA CASA DE LOS ABUELOS! CECILIA |
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Los invito afectuosamente a que enriquezcan mis notas con sus comentarios y a que continúen visitando mi espacio, que es también el suyo, lugar en donde siempre serán bienvenidos. Saludos solidarios e istmeños de CECILIA  CECILIA
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