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REFLEXIÓN DE AUTOR DESCONOCIDO, SELECCIONADA Y EDITADA POR CECILIA R SALAS.   REFLEXIÓN DE AUTOR DESCONOCIDO, SELECCIONADA Y EDITADA POR CECILIA R SALAS. "Regresé un poco tarde a la casa. Mi esposa y mis hijos ya dormían. Abrí la nevera para tomar un sorbo de agua y noté lo poco que teníamos para pasar estos días de finales del año. Caminé pesadamente hacia mi silla preferida y me desplomé sobre ella, de manera automática. Mi mirada se detuvo en el calendario de la pared que nos recordaba el transcurso de los días. ¡Parece mentira que ya estemos en Navidad!, me dije en tono recriminatorio y sombrío. Nunca la palabra Navidad me había sonado tan seca y vacía como ahora. Eran tiempos muy duros: - - Por primera vez, mis hijos no tendrían juguetes, ni ropa nueva. - - Por primera vez, no tendríamos una buena cena con toda la familia, ni llevaríamos a cabo nuestro acostumbrado intercambio de regalos. -- Tampoco tendríamos la posibilidad de pintar la casa, o de hacer algunas de las reparaciones tan necesarias a la misma. Un quejido ahogado surgió de mi garganta, al tiempo que me dirigía hacia mi recámara. Al cruzar la sala, noté que mi esposa había colocado sobre la mesa central el viejo pesebre de cerámica, con el que solía decorar el recinto, cada Navidad. Hasta ese momento, no me había percatado del gesto de júbilo plasmado en los rostros de las pequeñas figuras que conformaban la escena bíblica. Allí estaban María y José en primer plano, junto al Niño Jesús. El artesano había logrado expresar en sus respectivas caras una mezcla de gozo y tierna contemplación. En la parte superior del pesebre se encontraban dos ángeles, con sus bocas entreabiertas y reflejando en sus rostros una expresión de alabanza y adoración. En torno al pesebre se encontraban varios pastores, mostrando un alborozo desbordante en sus facciones y, más allá, todavía en camino hacia Belén, las de los Reyes Magos reflejaban la alegría expectante de quienes se van a encontrar con un Rey. Hasta los animales del establo se veían felices. En contraste con el pesimismo que embargaba mi corazón, en aquellas figuras del pesebre se percibía un profundo gozo. Concluí que para los protagonistas de la Navidad, aquellos tiempos no fueron mejores que los míos En aquella ya lejana época, también había existido escasez, pobreza, inseguridad, malos tratos por parte de las autoridades y muchas limitaciones. Pero, no obstante, las figuras sonreían. Sólo entonces comprendí que el pesebre de Belén es el símbolo más perfecto de lo que significa el "Gozo de la Navidad" . La pobreza y suciedad de aquel establo, en lugar de traer depresión y frustración, fueron el escenario donde estalló la esperanza, la alegría y el gozo exuberantes, no por el lugar o las circunstancias en donde se dió , sino por quien había nacido allí: Jesús. Los ángeles no vieron a una pobre mujer dando a luz a un niño en condiciones casi infrahumanas... vieron a DIOS mismo, hecho carne. Los pastores no vieron tan sólo a un niño en un pesebre, sino al Salvador... a Cristo, Nuestro Señor. Los Magos no vieron a un bebé corriendo el grave peligro de ser asesinado por un cruel gobernante: vieron al verdadero Rey de los Judíos. Reconocí, entonces, que mi tristeza surgía de ver mis circunstancias. Me estaba fijando en lo que no tenía, en lugar de ver lo que ya tenía : vida, salud, familia, hijos, esposa y un hogar; fe, esperanza y fuerzas para seguir hacia adelante. Decidí, entonces, que tenía poderosas razones para sentirme feliz, y que no permitiría que el pesebre de mis necesidades, de mis problemas y circunstancias me robasen ese gozo. Decidí, igualmente, que en lugar de unirme al coro depresivo de los que se quejan, lo haría al coro de ángeles que celebran exclamando: "Gloria a DIOS en las alturas y en la tierra paz, para con los hombres de buena voluntad". Les deseo a todos que el Señor les permita, a pesar de todas las viscisitudes, que puedan compartir con sus seres queridos y vivir a plenitud el verdadero significado de la Navidad, al igual que yo. "¡Feliz Navidad para todos!". CECILIA |
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Estimado/da lector/a y visitante: les agradezco a todos su visita a mi sitio, y el haberme honrado con su presencia durante este año próximo a finalizar, así como el empleo de su inapreciable tiempo, en la lectura del material publicado en el mismo. Aprovecho las festividades de fin de año para desearles a todos mucha salud, amor, paz, felicidad, amistad, éxitos laborales y prosperidad, durante el nuevo año próximo a dar inicio y a todos los por llegar. CECILIA  CECILIA
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