Close Please enter your Username and Password
Reset Password
If you've forgotten your password, you can enter your email address below. An email will then be sent with a link to set up a new password.
Cancel
Reset Link Sent
Password reset link sent to
Check your email and enter the confirmation code:
Don't see the email?
  • Resend Confirmation Link
  • Start Over
Close
If you have any questions, please contact Customer Service


POTYLDA 110F
2178 posts
1/27/2023 9:13 am

Last Read:
1/27/2023 9:16 am

FRAGMENTO DEL ENSAYO EL MAL DORMIR, POR DAVID JIMÉNEZ TORRES.TEXTO SELECCIONADO POR CECILIA R SALAS





CECILIA✍️✍️✍️✍️✍️

POR LO EXTENSO DEL TEXTO, EL MISMO SERÁ PUBLICADO EN 4 ENTREGAS.

¿Por qué hay tanta gente que no logra dormir, algo a lo que nuestro cuerpo nos condena? ¿Cómo viven, qué piensan, qué sienten esos millones de personas? Estas las preguntas que animan EL MAL DORMIR, del escritor DAVID JIMÉNEZ TORRES, ensayo ganador DEL I PREMIO DE NO FICCIÓN LIBROS DEL ASTEROIDE. Reproducimos un adelanto por cortesía de la editorial.



FRAGMENTO DEL ENSAYO EL MAL DORMIR, POR DAVID JIMÉNEZ TORRES.TEXTO SELECCIONADO POR CECILIA R SALAS

PRIMERA ENTREGA

I. A DORMIR

“My own worst enemy, my oldest friend”.
BILLY COLLINS, INSOMNIA

Siempre he dormido mal. Este es uno de los hechos fundamentales de mi vida, uno de los elementos que le otorgan cohesión y continuidad. He vivido en tres países, en siete ciudades y en quince pisos distintos; en todos he dormido mal.

He tenido varios puestos de trabajo; en todos sentí la angustia de no rendir bien por falta de sueño. He tenido parejas; el mal dormir compartió cama con todas ellas. He tomado pastillas, he consultado webs especializadas, he asistido a talleres de mindfulness; el mal dormir ha permanecido tan inalterable como mi número de DNI.

Como escribió BILLY COLLINS en el verso que encabeza este capítulo, el mal dormir es, al mismo tiempo, mi peor enemigo y mi amigo más antiguo.

Pero ¿qué quiere decir «dormir mal»? En principio, es solo una manera de referirse al insomnio. Y, si este fuese un libro de divulgación médica o científica, esa sería la palabra que emplearía.

Al fin y al cabo, los especialistas definen el insomnio como una incapacidad para dormir lo suficiente, pese a tener ocasión y necesidad de hacerlo; una incapacidad que se prolonga en el tiempo y que tiene algún tipo de consecuencia sobre nuestro desempeño diurno.

Pero en esta definición caben realidades y experiencias muy diferentes. El insomnio agudo o crónico (lo que yo consideraría, instintivamente al menos, insomnio de verdad) puede destruir la vida de una persona. Puede llevarla a pasar semanas enteras sin pegar ojo. Puede incapacitarla para el trabajo, provocarle serios desequilibrios mentales y requerir tratamiento médico.

Por contraste, la mayoría de los que alguna vez nos hemos considerado «insomnes» llevamos existencias razonablemente sanas y productivas. Hacemos la declaración de la renta, participamos en diversos grupos de whatsapp, regamos las plantas, cuando toca.

Sencillamente, dormimos poco por la noche y solemos estar cansados durante el día. Apagamos la luz y pasamos una, dos o hasta tres horas sin conciliar el sueño. O nos despertamos, sin causa aparente, mucho antes de que suene el despertador. O intentamos echarnos una siesta, solo para renunciar tras cuarenta estériles minutos.

Somos los que duermen seis horas una noche, cuatro y media la siguiente, cinco la de después, luego cuatro otra vez… y también somos los que, de tanto en tanto, y por causas que se nos escapan, dormimos siete gloriosas horas de un tirón.

Muchos, ni siquiera llegamos a buscar ayuda profesional, para lidiar con la falta de sueño. Preferimos recurrir a los consejos que encontramos en internet, o a algún suplemento para el que no se necesite receta médica. O nos limitamos a cruzar los dedos, y esperar a que la próxima noche buena llegue pronto.

Esto no significa que la falta de sueño no nos afecte. Al contrario: el mal dormir es el cristal empañado a través del cual debemos vislumbrar espacios enteros de la vida. Influye en cómo afrontamos las noches y cómo pasamos los días.

Y nos hace plantearnos preguntas: ¿qué me pasa? ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Por qué yo? ¿Qué sentido tiene perder tanto tiempo de mi vida dando vueltas en una cama?

En el mal dormir hay toda una serie de lo que GREGORIO LURI llamó «perfiles inéditos del ser». Bajo el prosaísmo aparente, bajo la superficie fisiológica que han analizado centenares de estudios médicos, se encuentran corrientes subterráneas e impredecibles. Corrientes que, poco a poco, dan forma a la piedra.

De aquí, también, la elección del adverbio. Si digo «dormir mal» en vez de «dormir poco», es porque no estamos hablando solo de un problema de escasez, como lo serían el hambre o la sed.

La incapacidad para dormir está permeada por sentimientos: por ejemplo, por una gran sensación de fracaso. Uno quiere dormir, uno intenta dormir, pero no puede. Se dice que pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo; pues bien, el maldurmiente puede pasar una décima parte de su vida fracasando en la búsqueda del sueño.

Es una INCAPACIDAD parecida a la de esas personas que se presentan una y otra vez al examen de conducir y cosechan suspensos. Solo que, en este caso, hay un examen cada noche.

Luego está la cuestión de la MAGNITUD. Según datos de la SOCIEDAD ESPAÑOLA DE NEUROLOGÍA, entre un veinte y un cuarenta y ocho por ciento de adultos sufre, en algún momento de su vida, dificultad para iniciar o mantener el sueño.

Una encuesta realizada en 2019, incluso encontró que un 58% de los españoles considera que duerme «mal». Los estudios en otros países occidentales arrojan cifras parecidas, las que han ido en aumento, en los últimos años.

Hablamos de DECENAS DE MILLONES DE PERSONAS. ¿Cómo es que hay tanta gente que no logra hacer algo a lo que nuestro cuerpo nos condena? Y ¿qué hay más allá de las estadísticas?

¿Cómo viven, qué piensan, qué sienten estos millones de Homo sapiens sapiens que se ven apartados del comportamiento habitual de la especie?(Cont.)








CECILIA


POTYLDA 110F
2043 posts
1/27/2023 9:16 am




Muchas gracias a todos
los lectores que
visitan mi Blog,
honrándome con el privilegio de su
atención e
inapreciable tiempo.

Aprovecho la oportunidad para
desearles a todos que logren ser felices siempre, sea cual sea la realidad que les toque vivir,
invitándoles, como siempre, a que
continúen visitando mi espacio, que es
también el suyo, lugar en donde
siempre serán cordial y
afectuosamente bienvenidos.

Saludos solidarios e istmeños de

CECILIA







CECILIA