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A PROPÓSITO DE CHARLES BUKOWSKY Y SU GATO. VERSOS SELECCIONADOS POR CECILIA R SALAS  CECILIA 🐱🐱🐱🐱🐱  A PROPÓSITO DE CHARLES BUKOWSKY Y SU GATO. VERSOS SELECCIONADOS POR CECILIA R SALAS Una noche llegó a mi puerta un gato blanco todo mojado, flaco, golpeado, aterrado, bizco y sin cola. Lo llevé adentro, le di de comer y se quedó. Gané su confianza, hasta que un amigo, mientras subía la puerta del garaje, le atropelló. Llevé lo que quedaba de él al veterinario, quien dijo: “No tiene muchas posibilidades… dale estas pastillas… su columna está rota; ya lo estaba antes pero, de alguna manera, se las arregló. Si vive, nunca caminará; mira estas radiografías: le han disparado con anterioridad. Observa, los perdigones, aún están ahí… Además, una vez tuvo cola, pero alguien se la cortó…”. Regresé a casa con el gato. Era un verano caluroso, uno de los más calientes, en décadas. Lo coloqué en el suelo del baño, le di agua y las pastillas. No comía, ni siquiera tocaba el líquido. Mojaba mi dedo en éste, le humedecía el hocico, y le hablaba. Yo no salía a ninguna parte, pues pasaba mucho tiempo en el baño. Le hablaba y tocaba suavemente. Él tan sólo me miraba con sus claros y bizcos ojos azules. Con el paso de los días, hizo su primer intento para moverse, impulsándose con sus patas delanteras, pues las traseras no le respondían. Logró llegar al arenero, donde se colocó sobre el borde, y se dejó caer dentro. Ello fue como el sonido de una trompeta anunciando una victoria, en el baño y en la ciudad. Me veía a mí mismo en ese gato, pues también yo lo había pasado mal; no tan mal, pero sí bastante mal. Una mañana se levantó sobre sus cuatro patas, cayó y me miró. “Puedes hacerlo”, le dije. Siguió intentándolo, levantándose y cayendo, hasta que, finalmente, logró dar algunos pasos. Semejaba un borracho: sus patas traseras no le sostenían muy bien y caía... descansaba y volvía a levantarse. Ya conoces el resto: ahora se encuentra mejor que nunca: bizco y casi desdentado, pero nuevamente le ha vuelto la gracia. Esa mirada en sus ojos nunca se ha ido… A veces me hacen entrevistas. Quieren oírme hablar sobre la vida y la literatura. Yo me emborracho, sostengo en brazos a mi gato bizco, acribillado, atropellado y sin rabo, y les digo: “¡Miren, miren esto!” Pero no lo entienden y me preguntan cosas como: “¿y dice usted que fue influido por Céline?” “No”, les respondo. Y agrego: “Por lo que ocurre; por cosas como ésta, por esto... ¡por éste!”, mientras tomo al gato entre mis manos y lo elevo hacia la luz ahumada y ebria... él permanece tranquilo, pues sabe. Es entonces cuando la entrevista termina. Aunque después, al mirar las fofos, a veces me siento orgulloso. Ahí estoy yo y también el gato. Él sabe que es una cosa que, de alguna manera, ayuda." CECILIA |
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Muchas gracias a todos los lectores que visitan mi Blog, honrándome con el privilegio de su atención e inapreciable tiempo. Aprovecho la oportunidad para desearles a todos que logren ser felices siempre, sea cual sea la realidad que les toque vivir, invitándoles, como siempre, a que continúen visitando mi espacio, que es también el suyo, lugar en donde siempre serán cordial y afectuosamente bienvenidos. Saludos solidarios e istmeños de CECILIA  CECILIA
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