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Encuentro Encuentro Regreso a las andadas, ¡caray! se me está volviendo un hábito... Nuevamente encarno en seres humanos a la pléyade de sentimientos y emociones que nos acompañan un momento y que siempre nos visitan a lo largo de la vida... vuelvo a un vano intento de entender, por eso es el diálogo entre la soledad el dolor, en compañía de las lágrimas. Bueno de entrada invito a hacer una reflexión con todos estos sentimientos que tan a menudo están con nosotros. La soledad y la tristeza, acompañadas del corazón y de las lágrimas; eso sí, no dejemos nunca, nunca, nunca que la soledad, el dolor y el silencio nos detengan para ir al encuentro de la Vida... espero lograr una imagen interesante en sus sentimientos a través de está... estela de letras Vagabundeando durante un tiempo muy largo, quizá demasiado largo con Soledad, tanto que ya la sentía como una parte de mi; como era de esperar e inevitablemente me topé con Dolor. Pasmado con tanta tragedia que existe en esta vida, me relató la leyenda del último llanto que se le escapó. -"Fue por el desliz de una fulgurante estrella."- Me dijo, y se acercó y abrazó al silencio para compartir ese llanto pausado, rudo que pocas veces vemos en el hombre y mucho menos lo admitimos. Soledad con arreboles en su cara, me pidió disculpas y se colocó junto a él, quedando en mí como un binomio indisoluble. -"Estoy tan cansada y fastidiada de vagar. Me quedaré con Dolor en el silencio". Dolor la miró sobrecogido y se levantó. Caminó unos pasos y recogió una laja. -"Siéntate aquí. El silencio es mío." -"La laja es muy dura."- Rezongó Soledad. -"Entonces te traigo unas lágrimas". - Continuó Dolor. -"¡Ah, no! Las lágrimas demasiado bellas y sutiles. Alguien podría quitármela en cualquier momento." Estuvieron un buen rato discutiendo, intercambiando razones y sin razones... dónde podría acomodarse Soledad, hasta que Dolor sin estar plenamente convencido consintió a otorgarle la mitad del silencio. Un tiempo de me regodee de su compañía, pero de verlos tan bien instalados, mi mirada volteo tan solo un instante a ver la luna y esta me regalo un reflejo, reflejo que me reveló la vaga imagen de la Vida en forma de un bella Mujer, recordando las experiencias a su lado, me dispuse para retirarme. -"Y tú... ¿Para dónde vas?"- Me preguntó muy inquieta Soledad. -"A reunirme con la Vida" Contesté con cierta cautela. -"No, claro que no. Tú te quedas aquí, con nosotros." - Agregó Dolor. Dio un formidable silbido, y una hilada de lágrimas traían a sus espaldas a una gran tristeza, robada pocos minutos antes, al Corazón. -"Aquí te sentarás tú. Serás nuestro invitado de honor." Desde entonces, Soledad y Dolor mis inseparables compañeros. El silencio los sostiene. Y yo, sentado en la gran tristeza, me rodeo de lágrimas que no me dejan escapar. Solo espero que ese vago reflejo aun perdure y te pueda encontrar para al fin poder reencontrarme con la Vida. Besos... de agua como quimeras |
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Maru: que gusto recibirte en esta tu casa nuevamente... gracias. Besos... de agua como quimeras
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