El amor...
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Posted:Sep 16, 2010 11:58 am
Last Updated:Sep 23, 2010 10:59 pm 6280 Views
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El amor es como el viento,
tan, tan impredecible
que si no estas de frente
difícil que te acaricie el rostro.
Unas veces muy manso
que si la ventana esta cerrada,
se ira a una puerta abierta
donde se le haga mas caso.
Otras es tan fiero
que derriba los muros
dejándonos en apuros,
al raso y sin techo.
En contadas ocasiones,
uno, no lo busca,
pero el te encuentra,
al soplar en todas direcciones.
Entonces y solo entonces,
no queda ya más solución
que aprovechar la ocasión
de tomarlo sin restricciones.
Pero aquí no termina el cuento,
que sólo acaba de empezar,
pues si queremos avanzar,
deberemos abrir las velas al viento.
Joan © Bosch 16/09/10
A mi amiga del alma por su comentario…
Meche583
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Eres...
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Posted:Sep 14, 2010 12:55 pm
Last Updated:Sep 24, 2010 5:03 pm 6920 Views
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Eres gaviota voladora
que remonta peñas, riscos y cañadas
para encontrar un remanso de paz
al amparo del impetuoso viento
que le permita tranquila anidar.
Eres la razón de la locura
que se adentra en los pensamientos
de este pobre poeta mortal,
para hacer hablar al silencio
con tan solo un placido susurrar.
Eres la noche en pleno día,
repleta de sueños, deseos y besos
que traes las inspiraciones
a cualquier caduco verso
cuando tú te pones a hablar.
Eres la luz de la alborada
que ilumina caminos y valles
y haces que el triste gorrión
con alegría su pena cante,
aunque no pueda volar.
Eres la desnuda alma
que no engaña a nadie,
locura, luz, noche y gaviota
que siendo solo mujer
me regala el verbo amar.
Eres…
a Toñi González
Joan © Bosch 14/09/10
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¡Vamos mujer!!
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Posted:Sep 1, 2010 11:22 pm
Last Updated:May 11, 2024 10:13 am 5281 Views
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¡Vamos mujer!! Toma mi mano y partamos, hacia ninguna parte, a ningún lugar, solo hasta donde nos lleven los pasos que el camino, esperándonos está.
Deja el equipaje de tiempos pasados que nos puedan frenar, ya llenaremos la maleta con los besos que nos regalemos que el camino es largo y tenemos mucho por andar.
No te apures mujer que no hay prisa por llegar, solo mira a las mariposas que en la flor se paran a reposar y el viento siempre las espera para el vuelo retomar.
¡Calzate las alpargatas no más!!
Joan © Bosch 01/09/10
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Breve encuentro...
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Posted:Aug 25, 2010 1:48 pm
Last Updated:Sep 6, 2010 11:32 am 7373 Views
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-¿Hay alguien?
Escueta pregunta que me saco de mi letargo un tanto adormilado de la monótona rutina a que uno esta acostumbrado y que a decir verdad por lo inesperado del momento me dejo sensiblemente asustado y sin apenas percibirme respondí con una manera un tanto escabrosa e indiferente.
-Espere que miro...
No, no quise menospreciar a mi interlocutora, ni se me pasó por la imaginación en tan frenético momento de mis actividades cotidianas que era observar al populacho en si ir y devenir en aquella calurosa mañana.
-Pues ahora que recuerdo estoy yo señora... ¿Qué se le ofrece?
-Casi nada Manuel, solo que por aquí pasaba y quise conocerte
Bien mirado el día tampoco era nada del otro jueves y la muchedumbre seguía pisando sus propias sombras como lo hizo ayer y seguramente hará mañana, solo la súbita llamada rompió el silbido agonizante de los autos procedentes de ningún lugar y que se dirigían a quien sabe donde.
-Y bien a que debo el honor?...
-Despierta Manuel que soy yo.
-No lo dudo señora, yo también soy yo...
-Que soy Alma y estoy en Asturias.
Súbitamente el mísero teléfono celular soltó una coz de caballo desbocado sobre mis abstraídos oídos que los dejo insensibles a todo sonido que no proviniese de el.
-Pero mujer... Así sin más?
-Y te parece poco que yo quiera estar contigo?
-Desde luego que no pero me pillaste desprevenido.
-Venga no te quejes y ve a recogerme a la terminal.
Y pensé, mira no hay mal que por bien no venga que por venir viene el Alma que no se la espera...
-Tranquila mujer que allí estaré...
-Más te vale o eres hombre muerto.
-No te pongas así que lo que es verídico es cierto.
-Así lo espero o me enojaré...
No mediaba mucho tiempo aunque a mi me pareció eterno por las elucubraciones que uno tiene ante lo desconocido, si es tal cual uno se la imagina o se la imagina tal cual es que pudiera parecer lo mismo pero que no lo es, ya que no es igual verla del derecho que del revés, afortunadamente la vi de frente con aires decididos y una marcada sonrisa que inundaba todo el anden, si hasta los demás pasajeros quedaron extrañados de que sonriera tan bien.
-Como fue el viaje cariño?
-Bien pero muy agotador.
-No me digas que hasta el revisor...
-No, no me puso el manto de armiño.
Y afuera la negra noche con escasos pobladores que deambulan por los arrabales, un canido que olisquea por entre los portales algo que llevarse a la boca para saciar sus males, no nada nuevo para quien conoce el lugar que no es muy distinto a otros pero que tiene su encanto si tienes con quien pasear.
El auto impertérrito y regularmente estacionado abrió las fauces de su maletero para recoger en sus entrañas el escaso pero pesado equipaje que se le brindaba, sin apenas percatarse del marcado pero suave aroma de mujer de tierras sureñas que el apenas si conocía pero no, no puso ningún reparo ante tan apetitoso bocado y sin muchos aspavientos lo engulló con notable satisfacción y acomodo.
En su interior un silencio casi sepulcral que momentáneamente no fue roto por sus dos ocupantes recién acomodados ya que estaban inmersos en sus quehaceres contenidos y que por lo íntimos, en plena vía publica no pudieron o no quisieron satisfacer, más en la intima tranquilidad y en la tenue penumbra del interior no pusieron el menor reparo en exteriorizar el uno con el otro.
Se encontraron los rostros inmersos en la noche, mas una leve luz afloraba de sus miradas como queriendo escrutar los mas recónditos rincones de quien tenían enfrente, no mediaron palabras ya que tampoco hacían falta, solo las bocas se ensartaron en un silente dialogo bien comprensible para ambos que fue remarcado por las caricias de sus presurosas manos.
Eterno, efímero? Quien sabe lo que duro el beso...
-Cariño, cenaste ya?
-Tú besa y calla...
-Si pero nos darán toda la metralla...
-Que poco romántico que eres
-Si pero tu tienes que comer.
-¿Y acaso esto no lo es?
-Si pero es de mucho entretener...
Ante la demanda de mi recién llegada dama, uno que no es de piedra pues como que no se hizo de rogar y la verdad es que la ocasión la pintan calva, una atmósfera de penumbra casi total, escasos viandantes y el auto que nos obsequiaba con música de notable cariz romántico...
-Bésame, bésame mucho, como si fuera la última vez....
Realmente no sé si era la ultima o primera vez pero tampoco importaba en ese preciso momento en que las bocas se encofraban en su silencioso pero sabroso dialogo, total el tiempo era nuestro y podíamos disponer a nuestro antojo de el...
Pero siempre que pasa igual, sucede lo mismo que inmersos en la locura, aflora una pizca de cordura y las manos temblorosas se tornan firmes y le dan al llavín haciendo que el auto ruja y rompa todo el encanto de la silente comunicación.
Nos encaminamos por la ancha avenida viento pasar las farolas que cada vez más escasas iluminaban la ciudad, ya sólo alguna esporádica estrella emergía entre los nubarrones amenazantes de lluvia pero que por el momento mantenían el asfalto seco con notable satisfacción y alegría para el auto que transitaba firme pero seguro hacia su destino.
-Dónde vamos amor?
-La verdad es que no lo sé
-Cómo que no?
-Pues no cariño, él ya conoce el camino...
Pasando un par de rotondas se adentró en un amplio aparcamiento, escasamente poblado por la hora ya avanzada y por lo apartado del lugar deteniéndose entre los pocos de su especie que allí se encontraban y sin la mas mínima preocupación tras abrir las puertas para que nos apeáramos, se insertó en la entretenida conversación que allí tenia efecto.
-Visteis el nuevo modelo de correas?
-Si parecen buenas pero creo que rozan un poco...
-Anda no seas memo, si pura caricia...
-Podrá parecerlo... pero desequilibran las poleas.
El local nada del otro mundo que no se pudiese mejorar pero que tenia su encanto a pesar de los colores un tanto chillones con pretendidos aires caribeños pero que el denso humo producido por las piedras calientes en que se asaban las carnes al libre albedrío de los comensales que mas atención prestaban a sus incongruentes charlas que a la propia carne la cual paulatinamente curtía el local de un tono oscuro perdiendo su luminosidad de los lejanos días en que fueron abiertas sus puertas.
-¡Vaya hembra macho!!
Ya hablo la calenturienta conciencia del dueño del garito por la voz inconsciente y casi mecánica de una cacatúa que en su tiempo fue de un blanco inmaculado pero que hoy esta tan mimetizada con el local que si no fuese por sus guturales y aprendidas palabras apenas si destacaría en el ambiente.
-¡Cállate Lucas!!
-De eso nada macho...
-Anda Carlos tapa al pajarraco...
-¡Vaya noche que te espera macho!!
Silentes carcajadas se dibujaron en los rostros que de los escasos comensales que a esa hora un tanto intempestiva ya casi tenían terminadas sus viandas, lo cual hizo que se caldeasen las conversaciones en torno a la susodicha ave de fina y ahumada estampa pero de muy malintencionado vocabulario aprendido en las horas de no mucho ajetreo laboral de su pintoresco dueño.
-Carlos, es un compromiso el pajarraco
-Si don Manuel pero tiene sus fans...
-Anda y menos protocolo.
-Cierto pero la dama lo amerita.
-¿Y en que mesa nos sentamos?
-Yo le aconsejaría que lo hicieran en unas sillas...
-Cari, ¿Siempre sois así?
-No amor, otras, mucho peor.
Raudo pero notablemente cansado apareció un camarero con cara de pocos amigos como si por razones desconocidas para él se le hubiese hospedado en su casa su amantísima suegra con el consiguiente trajín de sus más personales pertenecías lo cual lo dejaba perplejo y mal humorado ya que no estaba casado, ni mucho menos tenia novia pero cosas mas raras se vieron en estas tierras norteñas...
Al vislúmbrame se le dibujo una complaciente sonrisa y no es porque fuésemos del mismo clan social o porque hiciera mucho que nos veíamos, sus razones tendría pero tampoco quise quitarle su maquiavélica sonrisa con cuentos de poca monta...
-¿Qué van a tomar los señores?
-Yo tomaría... Pero mejor me lo guardo y me amoldaré a lo que desee mi dama, o en su caso a lo que bien tengan o quieran prepararnos en la sala de torturas...
-Ciertamente caballero que su elección es la más acertada y desde luego que nada tortuosa, ya que complacerá a su dama y a la cocinera en esta desamorosa jornada, en que el pescado se echo al monte y la cabra pastea por la playa.
-Cariño yo tomare algo ligero que el día a sido duro y pretendo descansar placidamente, si un caso mañana ya nos deleitaremos con la bien surtida carta que se nos brinda...
No sé que se me paso a ráfagas por mi ausente pensamiento que más que en las viandas, estaba absorto en un venidero y suculento postre que por razones obvias no pensaba que fuese paladeado en este paupérrimo local y que al parecer la posibilidad de “un mañana” dejaba sin fundamentos toda pretendida esperanza de que hoy fuera degustado.
-Te cortaron las plumas macho!!!
El impertinente pajarraco me hizo aterrizar súbitamente de mis elucubraciones pasajeras a una realidad transitoria que si bien no era todo lo que uno en sus ansias fantasiosas podía esperar, tampoco era todo lo contrario ya que despertábamos mas de un callado cometario en la escasa concurrencia del local, lo cual a fin de cuentas es importante ya que hablan de uno, aunque sea mal.
-¡¡Despierta Manuel... que estamos aquí!!!
-Perdona cielo, me deje llevar...
-A saber donde andarías tu...
-Pues no muy lejos cari.
El ágape transcurrió sin mas aspavientos que nos distrajeran en demasía de la frugal pero suculenta comida en que estábamos inmersos, con algún que otro comentario plagado de recuerdos de cómo llegamos a esta situación en tan corto espacio de tiempo y que podría reservarnos ese mismo tiempo que nos habíamos regalado.
Desenfilamos la lúgubre avenida por donde antes aviamos transitado, el la total impunidad de la noche y la complicidad de las farolas que se apagaban a nuestro paso, si hasta la luna se traslado a su cara oculta para no romper el encanto de nuestras ansiosas manos por acariciarnos.
El auto, el auto se sabía de memoria el recorrido y lo recorría parsimonioso para no alterarnos, total, no había prisas, ni sueños de que despertarnos.
El canido, abriendo un ojo siguió igualmente acurrucado pensando quizás que la historia no iba con él y no merecía la pena molestarse lo más mínimo hasta la próxima jornada, ya que el servicio de limpiezas realizo su labor con esmero, dejando la calle inmaculada.
Tras varias callejuelas estrechas y mal iluminadas, el auto con toda la nocturnidad y alevosía se detuvo en una calle sin fin… Y no es que fuese de una longitud considerable, es solamente que a la constructora se le termino el presupuesto y la dejaron por terminar. Y muy flamenco él dejo de rugir, abriéndose el maletero para los bultos escupir que ya esta bien de tanta ruta y él tenia que dormir.
-Amor ¿A dónde vamos?
-Y yo que sé mujer…
-Si pero déjame las manos,
que el equipaje hay que coger.
Y allí estábamos, en la calle… que por cierto, me resultaba familiar, pero no le pare mucha atención ya que tú estabas conmigo y yo, no sabia si terminaba de llegar.
-Manuel ¿Dónde carajo vives?
-Vivo en ti, cuando no vivo en mí…
-¡Che despierta ya¡¡
-Para qué si nos vamos a dormir…
Una brasa encendida ilumino la párvula noche despidiendo chispas y aromas sin el menor derroche, le seguía un desgarbado espectro impasible a las circunstancias que exhalaba humo por la boca y versos por las entrañas.
-Hola Joan… ¿Esperando a la Luna?
-Si Don Manuel, pero hoy creo que no viene.
-No te apures que ya vendrá mañana.
-Que remedio… Pero usted ya la tiene…
Nos miramos entrelazando una sonrisa de complicidad y en el portal entramos en la total seguridad.
-Por cierto… ¿Quién es Joan?
-Nadie mi amor, solo una sombra que se cree poeta cuando se pone el sol.
El departamento, nada del otro mundo pero de este tampoco, mitad cueva, mitad palacio, cueva por el desorden de sueños y palacio por lo ordenaditos que tengo tus besos.
Una inmensa sala poblada de soledades que por no entrar no entra ni la luz, aunque se abran los ventanales, si hasta un día entro el sol y yo tuve que salirme porque no cabíamos los dos.
Una mesa carcomida por los olvidos, con algún que otro escrito en perfecto desorden ordenado que si se posa una mota de polvo a mi me deja desconcertado.
Un ordenador obsoleto (Que por cierto, no ordena nada) con funciones de maquina de maquina de escribir, que escribir escribe, salvo cuando la impresora deja de existir que la mayor de las veces, suele ser cuando uno menos se lo espera y claro uno se queda con las ganas de deshacer el entuerto, el dragón se come a la doncella y yo que no despierto.
Hay un tendal donde cuelgo mis olvidos, que muchos, y así poderlos recordar cuando uno raramente se siente vivo.
Poca cosa mas compone el utillaje de esta egregia mansión y hasta diría que hay medio colchón pues la otra mitad se lo llevo una dama, cuando yo tuve un resbalón.
Murmullos penetrantes desamueblan la sesera, yo en mis adentros y ella fuera dispuesta a darme con la calavera, si aquella que le robé a Hamlet en la disputa del “Ser o no ser” en un día cualquiera.
-Cariño que estoy aquí…
-No lo dudo hermosa mía.
Efectivamente y diría que hasta cierto, allí estaba, alta, majestuosa, plena de esplendor cual Diosa del Olimpo que aterrizó en mi salón.
-¿Sabes mi amor? Nunca te besaré en la boca, lo haré en el ombligo.
-¿Por qué cariño?
-Mira mi amor, eres altísima y no alcanzo.
-Anda no seas bobo y bajarme de la mesa en que me tienes sentada.
En qué estaría enfrascada esta calenturienta pensadera que cuando no corre, vuela, bebiéndose a la señora y dejando intacta la botella.
Como decíamos ayer… o quizás tan solo hace un instante, allí estábamos frente a frente con carra de borregos degollados a los que les falta la sangre, y claro como era de prever, uno toma la iniciativa, tomándola de la cintura, atrayéndola hacia si y propinándole un tierno beso de principio a fin.
Manos presurosas, deseos que vuelan, el viento en la estancia y el cerrojo que suena.
-¿Qué haces cariño? Murmuraste desaforada…
-Nada mi amor, sólo echo la aldaba, si no, aquí entra el vecino, el alcalde y hasta un hada despistada.
Un breve silencio sepulcral que se rompe con un mudo carcajeo, tú te quedaste pensativa y yo a saber en que cuento, porque esta visto y demostrado científicamente que estar estoy, lo que no sé es donde estoy pero cuando me encuentre, sabré donde estoy.
-Por cierto Manuel, ¿Dónde esta el aseo?
-Si… ¿Como, cuando, donde?
-¡El baño patán!!! Que esta dama quiere ponerse hermosa para su galán.
-A si, tomas por ese atajo del ala Este, osease a tu siniestra, vulgarmente llamada izquierda y al fondo encontrarás una piscina mini-olímpica con tres cisnes, dos blancos y uno amarillo que desconozco el motivo de esa dispareja, diferencia, quizás es que tenga hepatitis o por llamar la atención, que cosas mas raras se vieron en gente de baja casta.
Una voz de Guardia Civil enfadado porque su suegra le quemó las tostadas, o porque sus colores del alma quedaron un tanto blanquecinos ya que su niña del alma le vertió lejía en la colada, soltó un espasmódico grito encolerizado.
-¡Manuel, despierta!!! ¿Dónde esta el baño?
-Al fondo del pasillo mi amor… Pero utiliza el utilitario, que se estaciona mejor.
Y volví a mis soledades, aunque sólo no estoy, pero mis absurdos pensares, me dicen que mañana es hoy y que ayer será otro día por todo lo loco que soy, de repente se mascó la tragedia en mis elucubraciones pasajeras que sin haber velas, se apagaron hasta las candelas.
-¡Corre!!! Manuel, que esta mujer te precisa…
-¿Te froto la espalda mi amor?
Y allí estaba, hermosamente desnuda con el agua hasta el cuello y un tocado de plumas que despertaban el deseo, si hasta el liquido elemento se coloreo de pasión, cosa que no me extrañó ya que podrían ser las sales para esta mágica ocasión.
-Pero bruto… ¿No te inmutas ante nada?
-Para que mi amor si ya estas desnudada…
-Por cierto… ¿Qué haces tan ensangrentada? ¿Será acaro el deseo que te pone colorada?
-No seas memo patán… Que era ese asqueroso pato que me mordía la cara y claro una no esta acostumbrada y le retorció el pescuezo y hasta la carcanada.
-Pero que linda que eres mujer, así ya no tengo que pensar en que hacemos de comer.
Evidentemente y sin pensarlo un millón de veces, te deje inmaculada de todo resto impuro de esa ave despiadada que se quería comer a mi dama mucho antes de que yo la probara.
El resto apenas si ya lo recuerdo, pero si puedo asegurar de que por ser verídico, fue cierto.
Que la noche fue solo nuestra y el alba de nuestro beso.
Joan © Bosch 24/08/10
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