Vacío
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Posted:Jun 29, 2012 10:36 pm
Last Updated:Jul 2, 2012 9:40 pm 10442 Views
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Silencio por no tenerte, por soñarte,
por ser soledades de solitarios caminos.
Silencio, sí, silencio,
ausencia de fonemas, significantes y significados,
de versos sin palpitares de aves,
como estoy sin saber de tí.
Me acostumbraste a tí mas no sin tí.
Y ahora, en el océano de palabras,
en los huires de los inimaginables,
te sueño en mis vigilias de mis inispirares.
Y me acostumbraste para ser sólo de ti,
Y así vagando en los limbos,
como umbral,
como deificando el vacío,
heme. simplemente heme,
sintiéndote sin sentir.
Roberto Sanabria
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Vacío
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Posted:Jun 29, 2012 10:36 pm
Last Updated:Jul 2, 2012 9:38 pm 10480 Views
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Silencio por no tenerte, por soñarte,
por ser soledades de solitarios caminos.
Silencio, sí, silencio,
ausencia de fonemas, significantes y significados,
de versos sin palpitares de aves,
como estoy sin saber de tí.
Me acostumbraste a tí mas no sin tí.
Y ahora, en el océano de palabras,
en los huires de los inimaginables,
te sueño en mis vigilias de mis inispirares.
Y me acostumbraste para ser sólo de ti,
Y así vagando en los limbos,
como umbral,
como deificando el vacío,
heme. simplemente heme,
sintiéndote sin sentir.
Roberto Sanabria
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¡Oh, plenitud!
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Posted:Jun 5, 2012 9:57 pm
Last Updated:Jun 7, 2012 4:59 am 10885 Views
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Naces en mí, en mis caricias,
en cada uno de los fonemas que pronuncio,
en cada àpice de las células de mi dermis,
como agua clara,
como frase inédita,
como metáfora recién pensada.
Hoy naces en mí,
derramada en las flores,
en la lluvia de los veranos que fustigan
mi alma,
llena de fuego,
llena de firmamentos,
consumida,
extasiada.
Y así es nuestro amor,
cual selva que se llena de estrellas,
cual desierto preñado de plantas,
cual letras en hoja blanca.
Eres, ¡Oh, plenitud!,
mi cielo, mi alma.
Roberto Sanabria Martínez
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las ocho quince..
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Posted:Jun 1, 2012 3:34 pm
Last Updated:Jun 3, 2012 8:42 pm 11470 Views
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Es de noche y la espera. No llamó. Ni un mensaje breve. ¿Dónde andará? Ya cinco veces que ha marcado a su cel, pero es inútil, la voz lo manda al buzón. las ocho quince y ha decidido que quince minutos más, cuando sean las ocho y media, se comunicará con su familia. No lo ha hecho por no preocuparlos, aunque deseos de hacerlo no le han faltado. Nunca llega más allá de las siete y veinte. Alza el brazo insistente y mira el reloj. las ocho veintitres. Siete, únicamente siete minutos más y le hablará a doña Ana. Sí, a lo mejor pasó con su familia y se le habrá pasado avisarle que llegaría un poco más tarde. La angustia comienza a ser más intensa. ¿Algún incidente en el metro la pudo haber demorado? No, seguro hubiera llamado para no preocuparlo, para decirle que pasaba. Ocho veintinueve ve en su reloj. Ya, ya va a llamar. Tiene que haceerlo tranquilo para que su suegra no se vaya a alterar.
- ¡Bueno! ¡Bueno! Buenas noches, señora, soy yo, Marco Antonio. Mire, disculpe que la moleste, es que Anita no ha llegado y ya es muy tarde. No me ha llamado y estoy desesperado. Mire, mire, es que..., es que ..., la amo, la amo con todo mi corazón..-sollozando-,... este...
-Marco, ... Marco,.. ¡Hijito de mi alma!..., Ya no puedes seguir así,... no, no llores,..., Ella también te amaba y tú eras su,..su mundo. Déjala ir, déjala que ya descanse en paz,..hijo...
Depositó bruscamente el teléfono sobre la mesa sin poder contener las lágrimas y el dolor que lo embargaba. Su figura desaliñada se dejó caer sobre el sofá con el rostro mirando hacia el suelo. El vaso de licor fue bebido ávidamente. ¡Ocho, ocho días de su ausencia! La soledad lo aniquilaba. Anita, su Anita, el amor de su vida, el alma de su existencia, había sido enterrada la semana anterior.
Roberto Sanabria Martínez
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Ella soñaba...
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Posted:May 22, 2012 10:20 pm
Last Updated:May 31, 2012 4:50 am 10519 Views
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Ella soñaba y yo la veía. La sábana cubría su cuerpo y su respirar llenaba de aromas nuestra habitación. La luna, suave y sutil como ella, como mi ella, entraba discreta por la ventana. Ella no me veía, no me oía, no se imaginaba cuánto yo la amaba. Estaba allí, a mi lado, toda clara, toda diáfana, abrazándome, diciéndome con su tacto, con cada centímetro de su dermis, con su cabello sobre la almohada, que éramos el uno del otro, que nos amábamos. Mis ojos comenzaban a entrecerrarse. El sueño me vencía. Y mis ojos, de ella se llenaban.
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Hoy no quiero que estés en mí...
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Posted:May 13, 2012 11:44 pm
Last Updated:May 24, 2012 6:57 pm 10612 Views
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Hoy no quiero acordarme de tus ojos,
de esas tus miradas que me buscan,
de ese tu tacto que languidece en mi piel.
No, no quiero recordar tus tardes a mi lado,
ni tus labios susurrando en mis oidos,
ni tu cuerpo que convierte en suspiros
mis soledades.
No, no, perdóname,
no quiero que tú estés presente hoy en mí,
porque necesito sentir el miedo de no tenerte
para luchar porque siempre permanezcas en mí.
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Ami mamá
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Posted:May 9, 2012 9:49 pm
Last Updated:May 12, 2012 5:29 pm 10281 Views
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Mamá:
¿Sabes? Hace diez días que cumplí cincuenta y un años. Estoy cansado, no sé de qué o por qué, pero hoy te he extrañado más que nunca. Hoy, mamá, te he necesitado a mi lado, como cuando era niño y me confortabas con tu cariño, con tus abrazos, con tus besos y las lágrimas corriendo por tus mejillas al decirme que me querías. No creas que he olvidado todos los momentos que juntos pasamos. No, esos imborrables, parte de mí, de mis esfuerzos diarios, de mis ilusiones, de mis ganas de salir adelante, de levantarme cuando me he caído. Sí, mamá, mi nostalgia de ti, y de todo lo que tú has significado en mi vida, es la vivencia que hace latir mi corazón a cada instante. Tal vez, cuando pequeño, buscarte era más expresivo que ahora. En aquellos dias, cuando mi mirada buscaba la tuya, cuando mis manos también lo hacían para encontrar las tuyas, cuando mis brazos buscaban los tuyos para que me abrazaras, decían todo el amor que me nacía por ti, y quizá todo ello era para expresarte que te quería y te necesitaba, que estar a tu lado me hacía sentir seguro y lleno de la ternura que un hijo puede llegar a tener por aquella quien le dio la vida. Ahora es posible que no lo sea igual que en aquel entonces. Ahora quizás hayas llegado a creer que menos sentidos. Quiero decirte que no, que no debes pensar eso. A lo mejor soy menos expresivo que antes, mas el amor que siento por ti es más grande que el que sentía en esos ayeres. Hoy, el cariño, el amor que nace dentro de mí por ti, es inmenso. Por eso que el extrañarte, que el no poder en todo momento estar a tu lado, es mayor que el que podía haber sentido en mi infancia y en mi adolescencia.
¿Quieres que te cuente algo que me llegó al corazón, mamá? Ese día que fui a tu casa, a mi casa, a nuestra casa, a nuestro hogar, y que me invitaste a desayunar, y nos sentamos los dos en la mesa y platicamos de las cosas que vivimos cuando estábamos juntos, y que de pronto tu rostro se puso serio y pensativo, mientras que las lágrimas comenzaron a escaparse de tus ojos, y sollozando me dijiste con voz temblorosa y evitando verme me dijiste que una de tus mayores tristezas era que nunca nos pudiste llevar de vacaciones a mí y a mis hermanos, ese dia, mamá, no supe que responderte ni como consolarte. No pienses que se me olvidó. Por el contrario, siempre lo recuerdo y ahora quiero decirte, responder a tu tristeza que me confiaste. No mamá, ni yo ni mis hermanos necesitamos que nos llevaras a pasear, ni nunca necesitamos unas vacaciones, porque te teníamos a ti y a mi papá, los teníamos a ustedes y eso valía más que cualquier otra cosa, más que cualquier ojeto o placer material que hubiéramos tenido. Mi papá ya no está con nosotros, mas tú sí, y por eso quiero que lo sepas. Tu cariño tu amor, tus consuelos, tu presencia simplemente, tiene más valor que el tesoro material que pudieran regalarnos, más que todo el dinero o los lujos del mundo. Sí, mamá, tu eres lo más hermoso que la vida nos ha regalado a mis hermanos y a mí. Es cierto, nuestra vida fue muy dura, difícil, llena de carencias y sobrada de necesidades materiales, pero nos teníamos nosotros y eso era más que suficiente. Tú nos amaste y nos amas, y nosotros te amamos siempre. Eso, jamás se perderá ni lo dejaremos que se pierda.
Hoy, mamá, en este diez de mayo del dos mil doce, este “Dia de las Madres”, quiero que sepas que yo te quiero con toda mi alma, que mi corazón está lleno de ti, que tengo el mayor tesoro que un hombre puede llegar a tener y el más envidiable de todos. ¡te tengo a ti, mamá, te tengo a ti!. Gracias por haberme regalado el don de la vida y de ser tu hijo. Mamá, ¡eres y siempre serás el motivo de vivir y luchar por dar lo mejor de mi.
De Beto Sanabria Martínez para mi mamá, Abigail Martínez Retana.
10 de mayo del 2012
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